Washington. El ex presidente de Estados Unidos Donald Trump negó ayer haber actuado mal en el manejo de las grabaciones de seguridad que buscan investigadores federales, un día después de que sumó nuevos cargos sobre el mal manejo de documentos clasificados tras dejar la Casa Blanca en 2021, y aseguró que mantendrá su candidatura a la presidencia aún si fuera declarado culpable y sentenciado en alguna de las investigaciones en su contra.
Trump, favorito para ser el candidato presidencial republicano en 2024, declaró en una entrevista con el locutor de radio conservador John Fredericks que creía que no estaba obligado a entregar las grabaciones de seguridad de su residencia, pero aun así lo hizo. Fiscales sumaron cargos porque el magnate ordenó a sus empleados Walter Nauta y Carlos de Oliveira borrar los videos en los que podría haber evidencia de que ocultaron los documentos.
“Ayer acusaron a dos buenos empleados, buenas personas”, comentó Trump, y agregó: “Están tratando de intimidar para que la gente salga a inventar mentiras sobre mí. Porque yo no hice nada malo”. También dijo que no pondría fin a su campaña presidencial de 2024 si es condenado, debido a que en mayo próximo se celebrará el juicio por este caso. Cuando Fredericks le preguntó si una sentencia desfavorable detendría su campaña, le respondió: “No, en absoluto. No hay nada en la Constitución que diga que debería hacerlo”.
Según Trump, “incluso los locos de la izquierda radical dicen que no, que eso no me detendría, y tampoco me detendría. Esta gente está enferma”. Destacó que presidentes anteriores, incluidos el demócrata Barack Obama (2009-2017) y el republicano George W. Bush (2001-2009), “tomaron documentos” de los archivos de la Casa Blanca. “Nadie ha pasado nunca por esto”, dijo.
El magnate republicano, quien superó dos juicios políticos en el Congreso, fue inculpado por primera vez en el caso de los documentos clasificados el mes pasado. Según la justicia, es responsable de poner en peligro la seguridad nacional. También enfrenta decenas de cargos por delitos graves, como el pago irregular a una actriz y la acusación por intentar anular las elecciones de 2020.