El presidente Andrés Manuel López Obrador defendió ayer a las fuerzas armadas frente a la acusación del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de que los militares negaron información esencial sobre la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa.
“No es cierto que la Marina y Defensa no estén ayudando”, dijo el mandatario en su conferencia diaria. Si hay avances es por la colaboración de esas instituciones y por la decisión “que hemos tomado” de no permitir la impunidad, señaló.
El pasado martes el GIEI presentó su sexto y último informe y anunció que se retiraba del caso por reiterados “ocultamientos, negativas y mentiras” de ambos cuerpos armados, incluso el rechazo a facilitar información “vital y fundamental” para determinar el paradero de algunos de los normalistas.
El Presidente dijo respetar la opinión de los expertos, pero no compartirla. El mal comportamiento de algún funcionario o servidor público no mancha las instituciones, agregó.
Ante la petición de una reunión con el mandatario que hicieron los padres de los 43, López Obrador prometió hacerlo más adelante, cuando tenga información. Resaltó que los familiares están en su derecho de levantarse de la mesa de diálogo con la Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa.
Añadió que las autoridades trabajan en la búsqueda. “Ya se rompió el llamado pacto de silencio y ya tenemos una aproximación de lo sucedido y quiénes fueron los responsables y en eso vamos a seguir avanzando. Están abiertas las investigaciones, pero lo que más nos importa es saber dónde están los jóvenes.”
Aseguró que cumplirá su compromiso de esclarecer el caso y estimó que algunos quisieran afectar y socavar a la Marina y a la Defensa, que son “instituciones muy importantes para el funcionamiento del Estado”.
Afirmó que la oposición está desesperada porque no le resulta nada y por ello se lanza a mentir.
“¿Se acuerdan, este senador (Emilio) Álvarez? Reverendo farsante, supuestamente defensor de derechos humanos”, dijo el Presidente. Recordó entonces su movilización callejera por el resultado de la elección presidencial de 2006. “Cuando estábamos protestando pacíficamente porque nos robaron la Presidencia, como él es filopanista, conservador, reaccionario, su recomendación –porque era presidente de derechos humanos en la Ciudad de México– era que debían desalojarnos”, agregó.
Afirmó que las entidades internacionales defensoras de derechos humanos y las organizaciones de Estados Americanos y de Naciones Unidas, “las tiene controladas la derecha, el conservadurismo”.