Dado que no hay señales de una recesión en Estados Unidos, luego de que el Departamento de Comercio reveló ayer que la economía del principal socio comercial de México aceleró su crecimiento, el dólar se fortaleció y el peso tuvo que dar un paso atrás.
Impulsado por el fuerte gasto de los consumidores y una sólida inversión empresarial, la economía de Estados Unidos presentó un crecimiento de 2.4 por ciento anualizado durante el periodo abril-junio, un alza superior al 2 por ciento del trimestre previo y superior al 1.8 por ciento que esperaba el consenso de los analistas.
Según la estimación inicial del Departamento de Comercio publicada este jueves, la actividad económica de Estados Unidos creció 0.6 por ciento intertrimestral, frente al 0.5 por ciento del periodo anterior.
Los consumidores siguieron gastando a pesar de la subida de tasas de interés y de la advertencia de una eventual recesión. Los últimos datos parecen enfriar dichas perspectiva. El gasto aumentó a un ritmo del 1.6 por ciento, más lento que en el primer trimestre, pero aún sólido.
“Si el crecimiento en la principal economía del mundo se mantiene firme, la Reserva Federal tiene espacio para aumentar más su tasa”, aseveró Ricardo Aguilar, economista en jefe de Invex.
De acuerdo con datos del Banco de México (BdeM), el peso mexicano se depreció 0.26 por ciento este jueves con respecto a su cotización previa, para cerrar en 16.8837 unidades por dólar spot. El tipo de cambio operó entre un máximo de 16.9090 unidades y un mínimo de 16.7050 unidades.