Ciudad de México. La apreciación del peso frente al dólar ha pegado al balance público por el lado de la venta de petróleo e impuestos al consumo. La moneda mexicana se cotiza en 16.8 unidades por una estadunidense. “Para ser completamente honestos no esperábamos que rebasara la barrera de los 17.8”, reconoció el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, al explicar la pérdida de ingresos hacia Petróleos Mexicanos.
En la primera mitad del año los ingresos públicos acumulan un rezago de 189 mil 557.5 millones de pesos respecto al programa y en contraparte el gasto lleva un subejercicio de 279 mil 879.2 millones de pesos, reportó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
La dependencia señaló que en la primera mitad del año los ingresos públicos cayeron 1.6 por ciento a tasa anual, debido al desplome de 23.9 por ciento en las entradas de recursos por la venta de petróleo –afectados por la apreciación del peso frente al dólar–, mientras la recaudación avanzó 4.1 por ciento, debido al repunte de la mayoría de sus componentes.
La recaudación por impuesto sobre la renta (ISR) aumentó 2.9 por ciento, la del valor agregado (IVA) cayó 8 por ciento –en parte por los efectos del tipo de cambio en el comercio exterior– y la del impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) avanzó 140.2 por ciento respecto al año pasado, cuando este concepto sirvió para dar subsidios a la gasolina y mitigar el avance de la inflación.
Yorio comentó que la apreciación del peso frente al dólar –de 20 por ciento en lo que va de esta administración– ha jugado a favor y en contra de la situación económica del país. Ha reducido algunos conceptos de ingresos: los petroleros porque la venta del crudo se hace en dólares y los de IVA por el efecto en los pagos del comercio exterior. No obstante, también ha ayudado a mitigar la inflación por el lado de las importaciones.
En el gasto, pese a que se acumula un subejercicio de 279 mil 879.2 millones de pesos, se observa un incremento anual de 3.7 por ciento, reportó Hacienda. El gobierno federal lleva un incremento de 5.8 por ciento en su ejercicio, el IMSS y el Issste de 3.2 por ciento, pero el de las empresas productivas del Estado (Petróleos Mexicanos y Comisión Federal de Electricidad) ha caído 20.3 por ciento anual.
El costo financiero –la carga de gastos por comisiones e intereses por la deuda– sigue creciendo a doble dígito. En la primera mitad del año avanzó 34 por ciento respecto al periodo comparable de 2022, aunque estos riesgos asociados con las altas tasas de interés “se mantuvieron controlados”, acotó Hacienda.
Como parte de los indicadores centrales de finanzas públicas, el saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público ascendió a 14 billones 60 mil 651.3 millones de pesos y, como porcentaje del producto interno bruto se ubicó en 45.8 por ciento. La meta de esta administración es que no rebase 50 por ciento.