Las creaciones del belga Wim Vandekeybus, coreógrafo, bailarín, cineasta y fotógrafo, se caracterizan por su movimiento extremadamente físico, como en su obra Traces, la cual revela los impulsos e instintos de la compleja relación del humano con la naturaleza, explica el autor.
Con localidades agotadas, la compañía Última Vez, fundada por Vandekeybus a mediados de los años 80, se presenta mañana en el teatro Polivalente del Centro de las Artes (Ceart) de San Luis Potosí como parte de la edición 43 del Festival Internacional de Danza Contemporánea Lila López; posteriormente, ofrecerá dos funciones, el 5 y 6 de agosto, en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris de la Ciudad de México.
En entrevista con La Jornada, el director de la compañía de danza contemporánea explica que detrás de sus propuestas artísticas hay mucha investigación, porque le interesa conectar con el espectador. “No se trata sólo de bailar y del contacto físico; me gusta hacer investigación y decir que este espectáculo tiene una forma, una nueva idea de utilizar el cuerpo. Me gusta buscar e inventar cosas diferentes”.
Traces, según su creador, está inspirada en la naturaleza de los Cárpatos en Rumania, último reducto natural del viejo continente. La pieza habla del mundo animal que contrasta con el mundo humano y hay un juego de energías y de intensidades, de impulsos e instintos.
“Queríamos una obra de cómo tratamos al bosque y en muchas ocasiones hay un trance, un camino, y se trata del bosque porque todo mundo puede destruirlo. Otra inspiración de la pieza son las fotografías de Josef Koudelka, quien en la década de los años 70 retrató a grupos de gitanos; me pareció interesante que toda esa gente estaba muy cerca de un oso.
“Hay un pueblo en Rumania donde cada año se hace un ritual de renovación, la gente entra en la piel de un oso y está en trance durante la fiesta de renovación; al final tenemos algo misterioso.”
Para Vandekeybus, esta transformación es muy importante, porque hay una especie de catarsis y son los bailarines quienes construyen el relato de los grupos que habitan el bosque; es decir, están los seres que viven en ese mundo salvaje y otros que llegan por accidente.
“Desde nuestro punto de vista, un ciervo en la carretera es una extraña anomalía. No es parte de lo que esperamos ver. Olvidamos que el bosque estaba primero y que el ciervo es en realidad el habitante original. De hecho, es la carretera el elemento extraño en esa imagen. Esta es la perspectiva que quiero cambiar.
“El tema subyacente de muchas de mis actuaciones se ocupa de las cicatrices a menudo violentas que la cultura y la naturaleza se infligen mutuamente”, expresa el coreógrafo.
Wim Vandekeybus comenta que su propuesta es de mucha acción y energía, donde los árboles están pintados en el escenario en blanco y negro, y se cuenta una historia a través del movimiento; además, explica que “el movimiento de la imagen es mucho más emocional porque no hay palabras y te toca directo, es algo racional que sientes, es como música. Tienes que buscar la fascinación, sorprender; construir todo es muy importante, las luces, la acción”.
En Traces, el público observará a seres que parecen mimetizados con lo salvaje, pero también hay otros que llegan por accidente por ese reducto al que los conduce la carretera. La pieza hace referencia a la tensión entre un tiempo que ha quedado parado y otro que avanza directo, de manera irreflexiva, desbocado. Un tiempo del mundo animal que contrasta con el del mundo humano.
En esta obra, el coreógrafo belga busca la historia interna, la historia que se despliega más allá del lenguaje, que sólo se puede explicar mediante la pulsión de la danza y la música.
La compañía Última Vez debutó en 1987 con la obra What the Body Does Not Remember, ganadora de un premio Bessie, que se presentó en 2014 en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris. Su segundo trabajo, Les Porteuses de Mauvaises Nouvelles (1989), también fue honrada con un Bessie.
Además de sus coreografías, Vandekeybus ha creado cortometrajes para su uso en varias representaciones, algunas de las cuales pueden considerarse obras independientes como Blush (2004) y Monkey Sandwich (2013). El artista también realizó Galloping Mind (2015), su primer largometraje.
La compañía Última Vez se presenta este sábado a las 20 horas en el Ceart (calzada de Guadalupe 705, San Juan de Guadalupe, Santuario, San Luis Potosí), el 5 de agosto a las 19 horas y el 6 a las 18 horas en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris (Donceles 36, Centro Histórico).