La primera edición del festival Ritmo de la Ciudad, organizado por el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores en el Espacio Cultural Infonavit, continua hoy con una charla de apreciación musical por parte de músicos de la Orquesta Sinfónica de Minería, con la cual se busca orientar al público sobre las técnicas para entender los procesos musicales, en el auditorio Jesús Silva Herzog a las 19 horas.
El jueves 3 de agosto se proyectará el documental Discolocos, que incluye una charla con expertos acerca del surgimiento y evolución del movimiento musical Hi Energy. Al día siguiente se impartirán clases de baile de ese género con transmisión en línea, mientras el día 17 habrá un concierto de ambos ritmos.
Este encuentro tiene la finalidad de analizar el papel de la música como generadora de colectividades y su impacto en la Ciudad de México. Las actividades comenzaron la semana pasada, con la participación del investigador Ernesto Rivera, quien habló en la charla inaugural sobre el origen y la importancia del movimiento sonidero en la capital mexicana, el cual se encuentra en la antesala de ser declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Ciudad de México por parte de la Unesco.
El especialista consideró que “los sonideros, que tienen su origen en los años 40 en barrios como Tepito, Tacubaya y en zonas periféricas de la ciudad, como San Juan de Aragón y el Peñón de los Baños, modificaron las noches de la ciudad, crearon un paisaje sonoro que incluyó a las parejas que bailan, las bocinas y animadores, que hacen del encuentro un estallido de júbilo”.
En esa misma actividad, el artista visual e investigador Benito Salazar, quien centró su trabajo en movimientos musicales urbanos, reconoció que los sonideros realizaron importantes aportaciones al enriquecer el conocimiento de nuevos territorios musicales provenientes de diversas latitudes de Centroamérica y el Caribe.
Por su parte, Marisol Mendoza La musa mayor, integrante del colectivo Musas Sonideras, reflexionó sobre los territorios habitados por cada sonidera como las calles, barrios, la cabina donde trabajan y el propio cuerpo, que “se mueve al ritmo de la música”.
Por último, Lupita La Cigarrita, con más de 25 años como sonidera y 40 años de bailadora, recordó que su afición por los sonidos tuvo su origen por la admiración hacia el sonido La Changa y a Guadalupe Reyes Salazar La Socia de Tepito, primera mujer en incursionar en este ambiente. “La vida en las fiestas de la calle es mi verdadera vida, la que más disfruto”.
El festival Ritmo de la Ciudad concluirá el 30 de agosto.
La programación se puede consultar en su cuenta de Instagram @culturainfonavit