Quito. El gobierno del presidente Guillermo Lasso declaró ayer un estado de excepción por 60 días en todas las cárceles de Ecuador y ordenó la incursión de más de 2 mil 700 militares y policías en la Penitenciaría del Litoral, en la ciudad costera de Guayaquil, considerada la cárcel más peligrosa del país, con el fin de retomar el control tras los enfrentamientos con armas de fuego que se reportan desde el sábado, con saldo de 31 reclusos muertos y 14 heridos, incluido un policía.
En un escueto comunicado las fuerzas armadas indicaron que en cumplimiento del estado de excepción, desde la madrugada del martes se ingresó al centro penitenciario para retomar el control de tres pabellones con detonaciones controladas y confiscar armas u otros objetos.
La oficina del fiscal rectificó el número de presos muertos de 18 a 31, y la cifra de heridos de 11 a 14, en una publicación en redes sociales. Añadió que abrió de oficio dos investigaciones, una por el asesinato de los privados de libertad, y otra por terrorismo, “debido a las detonaciones y cantidad de armas y municiones encontradas al interior del centro carcelario”.
Según el decreto firmado por Lasso, los reclusos en la cárcel de Guayaquil utilizaron armas de fuego durante los disturbios e incendiaron instalaciones con tanques de gas.
“Se conoció la ruptura de la alianza que mantenían los grupos de delincuencia organizada Lobos y Tiguerones, lo que desencadenó los enfrentamientos”, reporta el documento, en el cual se reconoce que “la falta de equipamiento de la policía, y el poder de fuego de los reos, constituye una vulnerabilidad y un peligro para nuestros servidores”.
A la par del operativo, en la ciudad de Esmeraldas, 15 guardias y dos empleados estaban retenidos en la cárcel local en medio de un motín, dio a conocer el gobierno. En la misma ciudad fue atacada una unidad policial, se colocaron explosivos en gasolineras y se quemaron varios autos, con saldo de un civil herido, según la fiscalía general.
El gobierno informó que 120 agentes penitenciarios retenidos en seis cárceles fueron liberados.
La última ola de violencia carcelaria se produce en medio de la campaña para las elecciones anticipadas del próximo 20 de agosto, en la que candidatos presidenciales han prometido reformas, incluidos sistemas de vigilancia electrónica y agentes penitenciarios mejor capacitados.
Lasso declaró el estado de emergencia en las provincias de Manabí y Los Ríos, y en la localidad de Durán el lunes, luego de que el alcalde de la ciudad de Manta, Agustín Intriago, fue asesinado a tiros.
La intervención militar en las prisiones de Ecuador continuará hasta que se haya retomado el control y no exista amenaza para los presos o funcionarios, anunció el gobierno.
Lasso ha declarado regularmente estados de emergencia en las cárceles mientras intenta abordar la violencia que ha aumentado desde 2021 y ha cobrado la vida de cientos de presos.