El presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que existe un “acaparamiento” de agua por parte de algunos grandes productores de Chihuahua vinculados a organizaciones políticas, e incluso de la delincuencia organizada. Pese a ello, aseguró que no se tiene por ahora problema alguno con Estados Unidos en el cumplimiento del Tratado de Aguas Internacionales firmado en 1944.
“No hay ahora ningún conflicto en puerta, afortunadamente; no tenemos ninguna reclamación del gobierno de Estados Unidos, pero sí vamos a estar muy pendientes”, señaló en la mañanera a pregunta sobre el tema.
De acuerdo con ese tratado bilateral, cada país firmante se compromete a entregar anualmente cierta cantidad de agua a su contraparte: México da 432 millones de metros cúbicos al año de la corriente principal del Río Bravo, en tanto a Estados Unidos debe brindar a nuestro país mil 850 millones de metros cúbicos de la cuenca del Río Colorado, ya que ambos afluentes corren por la frontera común.
El mandatario apuntó que todos los especialistas que han estudiado ese convenio de aguas han señalado que “es justo” para los dos países, por lo que se tiene que cumplir con lo establecido “para que no se vaya a modificar el convenio y entonces sí nos afecte con una distribución injusta”.
Niega escasez hídrica
Por lo anterior, destacó la necesidad de contrarrestar el acaparamiento de un grupo minoritario de grandes productores chihuahuenses aliados con sectores políticos de ese estado del norte y hasta con organizaciones criminales.
“No estamos hablando de todos los agricultores, es un pequeño grupo el que controla el agua. Y sí hay vinculación con organizaciones políticas, han creado todo un movimiento, ¿no?; mintiendo de que se van a quedar sin agua y que deben defender el suministro, cuando de verdad no hay falta de agua para los agricultores pequeños ni medianos. Son los muy grandes, los que acaparan el agua y tienen vinculación con políticos de Chihuahua, eso es lo que está sucediendo.”
López Obrador recordó que hace casi tres años hubo un conflicto con Estados Unidos debido a que nuestro país adeudaba la entrega hídrica del referido acuerdo, el cual se resolvió de manera satisfactoria.
No obstante, en el proceso de cumplir con el traspaso de agua se generó un enfrentamiento entre la Guardia Nacional y algunos pobladores, que dejó dos muertos. “Fue muy lamentable esto, porque fueron muchos azuzados por intereses politiqueros en (la presa) La Boquilla. Incluso, posteriormente se encontraron varias armas sustraídas a la Guardia Nacional durante el operativo en esa presa. Las armas fueron confiscadas en Jalisco, en un decomiso a una de las organizaciones criminales, lo que quiere decir que había una mezcla de delincuencia organizada, acaparadores de agua y políticos corruptos, que todavía prevalecen”, sentenció.