Ciudad de México. La debilidad del comercio y los servicios en México impactó al Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), el cual permite conocer y dar seguimiento a la evolución mensual de la economía, pues reportó un estancamiento en mayo pasado.
La actividad económica de México estuvo por debajo de las expectativas de los analistas económicos y del dato oportuno, al no registrar una variación mensual en mayo pasado, reveló el IGAE.
De acuerdo con el IGAE, un referencial del PIB mensual, la economía de México no presentó cambios en el quinto mes de 2023, contra un 0.4 por ciento que estimó el Indicador Oportuno de Actividad Económica (IOAE), el cual permite contar con estimaciones oportunas sobre el comportamiento del IGAE antes de su publicación oficial, y después del avance de 0.9 por ciento mensual previo.
Por sectores, la fortaleza se concentró en la industria, al reportar una alza de 1.0 por ciento en mayo frente abril, y con el sector agrícola con un avance de 0.3 por ciento, pero con una caída en el sector servicios y comercio de 0.4 por ciento.
El sector agropecuario se desaceleró a tasa mensual (0.6 por ciento anterior), en línea con los retrocesos en las exportaciones del sector, la manufactura de alimentos y los servicios de preparación de alimentos.
La industria vio su mayor alza mensual en 19 meses. Avanzaron la minería, la construcción y los servicios públicos; el descenso en la manufactura estuvo en línea con el débil desempeño de la actividad industrial en Estados Unidos. En servicios, la actividad en el comercio minorista se enfrió, y en los servicios de transporte, de esparcimiento, y de alojamiento y preparación de alimentos.
En términos anuales, la actividad productiva del país creció 3.2 por ciento en mayo con respecto al mismo mes de 2022, por debajo de lo que estimó el IOAE de mayo en 3.6 por ciento.
Las actividades terciarias (servicios), por su parte, registraron un alza de 3.5 por ciento en mayo con respecto a mayo de 2022; mientras que la industria (sector secundario) subió 2.8 por ciento anual. Por su parte, el sector primario (agrícola y ganadero) creció 0.5 por ciento anual.
Así, en los primeros cinco meses del año, la economía mexicana reportó un avance de 3.4 por ciento.
A pesar del retroceso, la economía se mantiene relativamente sólida, apoyada por fundamentales resilientes. Las remesas continúan con una tendencia positiva y el crédito al consumo siguió avanzando. Si bien el empleo cayó por segundo mes al hilo, prevalece poca holgura en el mercado, con los salarios avanzando a tasas elevadas, reconocieron analistas económicos de Banorte.
La actividad económica ha mostrado más resiliencia a lo esperado en lo que va del año, pero podría perder dinamismo en el segundo semestre, en función de los efectos del apretamiento monetario y de un menor crecimiento externo, prevén analistas.