El bailarín y coreógrafo guerrerense Serafín Aponte (Chilpancingo) festejará sus 40 años de trayectoria profesional dentro de la danza contemporánea con la reposición de la obra Yanga… resistencia negra en México, en una función que se efectuará el jueves 27 en el Teatro de Bellas Artes, dentro de la Temporada de Danza 2023 Palacio en Movimiento. Con esta presentación retomará su compañía Serafín Aponte Danza, fundada en Acapulco, hoy instalada en la Ciudad de México.
Estas cuatro décadas en realidad se cumplieron el año pasado, si se toma en cuenta que Aponte inició su carrera dentro de la danza contemporánea en 1982, al participar en la fundación de Barro Rojo, en la Universidad de Guerrero, donde permaneció cerca de 12 años. Siguió una etapa de bailarín solista, luego, en 2000 creó Serafín Aponte Danza. En 2013 empezó a viajar a Guerrero para formar bailarines, hasta que fundó la Compañía de Danza Contemporánea Acapulco, que permaneció hasta 2021. En 2024 Aponte celebrará su medio siglo como bailarín , ya que empezó a los 10 años.
El repertorio de Aponte se caracteriza por “visibilizar nuestra herencia afromexicana”. Yanga… es una “pieza fundamental”, ya que retoma la historia del esclavo de ese nombre y el primer pueblo negro libre en América, fundado el 10 de agosto de 1609”. En 1996, el coreógrafo realizó una versión “muy teatral” en Nueva York. En 1999, estrenó la obra con la estructura actual; desde entonces se ha repuesto tres veces. La función del Teatro de Bellas Artes será la cuarta.
Para su estreno, en 1999, participaron 22 bailarines. Ahora, Aponte lo presenta con “un ensamble de elencos. Están mis bailarines que siguen trabajando conmigo, como los tres o cuatro que vinieron de Acapulco. Otros son egresados de la Escuela de Danza del Centro Cultural Ollin Yolitzi. Tengo bailarines de una compañía joven de Morelos, de Benjamín León, que fue mi alumno. También de Artefacto, una agrupación de Jalapa. Mi metodología consistió en montar escenas con los distintos elencos”. Se trata de casi medio centenar de bailarines.
Aponte se define “afromexicano”, y pretende crear conciencia al respecto: “Chilpancingo no es una ciudad considerada afrodescendiente; sin embargo, como es la capital, llegan personas de todo el estado. Al crecer me resultó natural ver personas afrodescendientes. También preguntaba por qué tenía afinidad hacia la música tropical. Finalmente, uno encuentra su raíz”.
En el periodo de José Vasconcelos como secretario de Educación Pública “se impulsaron los pueblos indígenas y el mestizaje, pero con el español. Los africanos quedaron entre las castas que aparentemente se diluían entre el mestizaje. Todo esto me ha sido importante para reafirmarme en mi identidad, aunque también en la de otros.
“He ejercido el activismo a escala legislativa y he participado con la Comisión de Derechos Humanos como artista, al tratar de que se visibilice no sólo una población marginal, o marginada, sino recordar que también contribuimos al pueblo mexicano en nuestra calidad de artistas, investigadores o trabajadores afromexicanos.”
Según el coreógrafo, es relevante llevar Yanga… al Palacio de Bellas Artes porque “estamos en el Decenio Internacional para los Afrodescendientes, convocado por la Organización de Naciones Unidas, que concluye en 2024”. El planteamiento de Aponte tiene que ver con un pueblo que se transforma por medio de la esclavitud.
El mensaje es que “la lucha por la libertad ha sido la misma del pueblo mexicano y de los afrodescendientes, por el gran peso que tenemos de ser un pueblo colonizado”.