Moscú. La capital rusa volvió a ser este lunes “objetivo militar” para Ucrania, aunque Kiev no reivindicó ni éste ni los anteriores ataques de similares características, ya el cuarto en Moscú desde que cayó un aparato aéreo no tripulado sobre la cúpula del Palacio del Senado en el Kremlin en mayo anterior, cuando los sistemas de defensa radioelectrónica rusos, sobre las cuatro de la mañana, desviaron de su ruta dos drones que todo indica tenían como blanco importantes instalaciones del ejército local.
El ministerio de Defensa ruso reportó a primera hora de este lunes haber impedido “un intento del régimen de Kiev de perpetrar un ataque terrorista con dos aparatos aéreos no tripulados contra instalaciones en el territorio de Moscú”, al tiempo que la cancillería lo calificó de “un acto de terrorismo internacional”, mediante una declaración formal.
“Consideramos que la jefatura político-militar de Ucrania usó de nuevo métodos terroristas para intimidar a la población civil” sostiene el ministerio de Relaciones Exteriores y advierte que Rusia “se reserva el derecho de adoptar drásticas medidas de respuesta”.
Para la diplomacia rusa, “detrás de esta descarada acción de los neonazis ucranios emerge la intención de Occidente (Estados Unidos y sus aliados) de agravar la situación”.
Un dron cayó en el techo de un edificio de la Universidad del Ejército, en la avenida Komsomólskaya, a tan sólo 500 metros de la sede del ministerio de Defensa, donde se encuentra el Centro de Coordinación de la Operación Militar (en Ucrania). En esa zona, dentro del campus, están las oficinas de la dirección general de guerra cibernética del GRU (siglas de la Inteligencia Militar rusa).
El otro artefacto impactó en los dos últimos pisos de un centro de negocios en construcción en la calle Lijachov, en el sur de la capital, y al parecer seguía una trayectoria de vuelo que podría tener como destino el cuartel general del Estado Mayor del ejército ruso, en el suroeste moscovita.
La agencia RIA Nóvosti menciona, con base en una fuente anónima de los servicios de emergencia, un tercer artefacto –cuadricóptero sin explosivos– que habría caído en un cementerio de Zelenograd, ciudad satélite de Moscú al noroeste.