En el mundo los flujos de IED (inversión productiva) en 2022 totalizaron 1.295 billones de dólares, cifra -12.4% menor a la de 2021. De este total, los siete principales receptores fueron: Estados Unidos 285 mil millones de dólares (22%), China 189 mil (15), Singapur 141 mil (11), Hong Kong (China) 118 mil (9), Brasil 92 mil (7), Australia 62 mil (5) e India 49 mil mdd (4 por ciento).
A América Latina y el Caribe ingresaron 225 mil millones de dólares en 2022 por IED, de los cuales 92 mil m fueron a Brasil (40.7%), 39 mil a México (17.3%), y 21 mil a Chile (9.3%) (Gráfico 1). Por su origen, 38% provinieron de Estados Unidos, 17 de la Unión Europea (sin Países Bajos y Luxemburgo que canalizaron fondos IED por el 12%), América Latina y el Caribe, 14; Canadá, 4; China, 3, y otros, 11%.
En la década reciente (2013-2022), el ingreso de IED a la región totalizó 1.709 billones de dólares, de los cuales 40.6% fueron a Brasil, 21.0 a México, 8.8 a Chile, 7.7 a Colombia, y 5.1% a Argentina.
El acervo acumulado de IED a diciembre de 2022 en América Latina y el Caribe lo estima la CEPAL en 2.858 billones de dólares, de los cuales el 36.0% corresponde a Brasil, 24.6 a México, 9.6 a Chile, 8.2 a Colombia, 4.7 a Perú, y 4.1% a Argentina. Estos seis países acumulan 87.2% del acervo total de IED en la región y se presentan esquemáticamente en el Gráfico 2.
A México ingresaron por IED en la última década 359 mil millones de dólares (Gráfico 3). Según su país de origen, estas inversiones provinieron de Estados Unidos (39.2%), Canadá (9.5), España (8.7), Japón (5.4), Reino Unido (2.3), Corea (1.8), y de Argentina 1.6%. Por sectores de destino de la inversión, a la industria manufacturera fue 47.9%, a los servicios 40.3, a la explotación de recursos naturales 7.7% y a otros 4.1%. Y por componentes de la IED, sólo 35.5% fueron nuevos aportes de capital, 41.1 fueron reinversión de utilidades, y 23.5% correspondió a préstamos entre empresas, ese retorcido giro que convierte deuda en inversión.
Por sectores de destino de IED en México, para un mayor detalle recurrimos a un acumulado de la Secretaría de Economía que abarca de 2006 al primer trimestre de 2023 y ubica el total de IED ingresada en ese periodo en 539 mil millones de dólares, mismos que tuvieron como principales destinos: Equipo de transporte 72 mil millones; Servicios financieros y seguros 70 mil m; Industria de bebidas y tabaco 43 mil m; Minería (con hidrocarburos) 40 mil; Comercio (mayoreo y menudeo) 35 mil; Industria química 34 mil; y Construcción 24 mil mdd. Como se ve, una altísima proporción de esta inversión extrajera directa no vino a incrementar la planta productiva y competir, sino que el neoliberalismo mexicano les abrió la puerta para comprar, fusionar o eliminar empresas ya establecidas, política que desnacionalizó nuestra economía (banca, aseguradoras, cadenas comerciales, licoreras, cerveceras, ferrocarriles, energía, petroquímica y multitud de otras empresas). Por ello insistimos en que el país no puede continuar con las reglas de despojo, marginación y dependencia implícitas en las políticas, acuerdos y tratados actuales de libre comercio y libre inversión sin cortapisas; es preciso –si queremos tener un futuro industrial propio y autogestión económica– modificar y renegociar nuestros acuerdos internacionales (ahora ejes de la globalización neoliberal) sobre bases distintas de soberanía económica para un desarrollo acorde a las necesidades sociales y a la realidad del país, empezando por el pernicioso Tratado en renovación con la Unión Europea, y por un realineamiento integracionista con América Latina.
En la otra cara, la inversión directa realizada por países de América Latina fuera de sus fronteras, es también relevante. En la última década, la IED latinoamericana ascendió a 417 mil millones de dólares, de los cuales Brasil realizó el 34.5%, Chile 21.8, México 20.9, Colombia 9.7 y Argentina 3.5% (Gráfico 4).
UNIDAD TECNICA DE ECONOMIA S.A de C.V. Ciudad de México Tel/fax 5135 6765 unite@i.com.mx