Hace un par de años en una edición del Festival Internacional de Cine de Sundance, durante una conferencia de prensa, a la directora méxico-panameña Olga Segura, se le preguntó: “¿qué podrá hacer para la mujeres latinas en Hollywood? Ella respondió tarareando la tradicional canción Un elefante se columpiaba. A partir de ahí la idea de hacer un trabajo distinto con ese tema, que lanzara un mensaje diferente, no dejó de pasearse por su cabeza. El resultado se concretó en el cortometraje de animación Elefanta, que ninguna se quede balanceándose sola, que cuenta con la participación de Yalitza Aparicio, Kate del Castillo, Michelle Rodríguez y Karla Souza, entre otras, quienes hacen las voces de algunos personajes.
Segura cuenta la historia de la metamorfosis que sufrió el tema: “en toda Latinoamérica se canta con ligeras variaciones; por ejemplo, de niña, en Panamá, yo cantaba balanceaba en lugar de columpiaba y me di cuenta de que tenía un significado más importante que enseñar a los niños a contar del uno al 10.
Con esta idea pensó “que si la telaraña resistía tanto podría ayudar a extender el mensaje a otras elefantas o elefantes, se hablaran entre ellas”. Transformó el verso del clásico infantil agregándole “que en esta telaraña nadie se quede balanceándose sola, que en esta telaraña cabemos todas”.
The Latinx House hizo la animación de este corto, una nueva versión de la canción popular infantil.
La letra, aunque repetitiva, desafía las leyes de la física, ya que un incontable número de elefantes resisten sobre el frágil tejido de la araña.
Toma este último aspecto en el que las mujeres, en este caso las elefantas, suman toda su gravedad para transformar su realidad a través de la unión. Trabajadoras de oficina, empresarias, científicas, chefs, obreras, artistas, en la telaraña cabemos todas. Es un llamado a la construcción de redes, de solidaridad para hacer posible el cambio social e histórico, en el que las mujeres somos sujetos activos y generadoras de un mundo mejor porque el éxito no resulta de lo individual, sino de lo colectivo.
Una necesidad que se volvió oportunidad
Después “surgió una necesidad que se convirtió en una oportunidad de cambiar la narrativa que hemos tenido siempre, no sólo entre mujeres, sino entre todos. Por ejemplo, cuando alguien conduce en la Ciudad de México o en cualquier otra urbe, y pone la direccional del automóvil para dar vuelta y el que va sobre el carril le acelera para no dejar pasar. El miedo de contar las ideas y de compartir algún proyecto siempre está latente, y cuando me preguntaron qué era lo que podía hacer para la mujeres latinas en Hollywood, respondí cantando Un elefante se columpiaba”...
Cuando tuvo el resultado de la adaptación de los nuevos versos, Segura probó Elefanta, que ninguna se quede balanceándose sola con su hija: “llevo tres años con este proyecto; mi hija creció en ese tiempo y tener la oportunidad de cantársela diferente, desde otra perspectiva, desde esta misión de decir a los chiquitines que hay esta nueva versión. De hecho, no sólo es para niñas, porque la compartí con otra actriz mexicana y me dijo que a su hijo, Npoa, le había fascinado”.
En esta actualización a los nuevos tiempos de Un elefante se columpiaba la melodía es diferente; es en reguetón, la “cambiamos para abarcar un público más amplio. Desde niña escuchaba reguetón en Panamá, cuando pensé si el mensaje de la canción iba cambiar, por tanto, la música no podía ser igual; tenía que ser reguetón con beats y una estructura distinta”.
Para reunir a todas al talento interpretativo desde Yalitza Aparicio, Karla Souza, Natalia Reyes, hasta Kate del Castillo, Michel Rodríguez e Isabella Gómez, “platiqué con ellas, porque son de mi tribu. Pinponeamos la idea para mejorarla y todas me dijeron ‘hagámoslo’. De ahí arranqué y a quienes no conocía y terminaron sumándose al proyecto, me las presentaron”.
La cantante y actriz Michel Rodríguez, quien prestó la voz a uno de los personajes de Elefanta, que ninguna se quede balanceándose sola, señaló que se sumó al proyecto “cuando conocí a Olga, pues surgió de manera inmediata la amistad y de tendernos la mano, cómo nos podíamos sumar a las cosas que ambas estábamos haciendo. Así que nos juntamos para hacer este corto, en el que me sentí la más emociona de participar no sólo por cantar el tema, sino porque comunicamos cosas padres; le damos un significado muy importante a este tema que está tatuado en varias generaciones de niños latinoamericanos, con el fin de que la canten de forma en la que nosotros se las presentamos. Y que las personas adultas se den cuenta del mensaje y comiencen a hacer red con la canción.”
En el renglón de la melodía y la armonía, Rodríguez agregó: “el proceso que se hizo para la canción, la música fue cambiando porque juntamos nuestras ganas para generar esto, hacerla vigente, poderosa, moderna fue un proceso de muchas reuniones y aportaciones”.
The Latinx House es un proyecto que impulsa la participación de la comunidad latina en el cine y en el mundo del entretenimiento. Da el espacio para que artistas, creadores de contenido y otros puedan dirigir sus esfuerzos para mostrar el impacto de la cultura latina en Estados Unidos, así como las narrativas que puedan dar un giro a la cultura.
El cortometraje Elefanta, que ninguna se quede balanceándose sola puede verse de forma gratuita en: