La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) “ha sido malinformada”, de que en las investigaciones realizadas por la Fiscalía General de la República (FGR) no existan datos de que Emilio Lozoya Austin, ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex), hubiera recibido una mordida de 8.4 millones, y los 3.4 millones de dólares que obtuvo de la empresa Altos Hornos de México (Ahmsa) fue por trabajos realizados antes de ser servidor público, afirmó el abogado Miguel Ontiveros Alonso.
Lo anterior fue señalado por el litigante que encabeza el equipo de defensa de Lozoya Austin, luego de que la UIF diera a conocer el viernes pasado un comunicado en el que refirió que el monto a cubrir por parte del ex director de Pemex para reparar el daño causado a la nación, y que se le ha solicitado por un monto de 30 millones de dólares, “debe ser calculado tomando en consideración todas las consecuencias de sus actividades ilícitas”.
“Alguien ha malinformado a las autoridades de la UIF. En primer lugar, hablan de una supuesta mordida de 8.4 millones de dólares que no aparece por ningún lado en las decenas de miles de páginas de la carpeta de investigación.
“Por otro lado, el supuesto soborno que recibió Emilio por 3.4 millones de dólares, resulta que está plenamente acreditado que es producto de trabajo previo realizado por Lozoya Austin y materializado en proyectos –con entregables sólidos y verificables–, elaborados para Ahmsa. Es más, cuando le pagaron ese dinero, ni siquiera era servidor público.”
De acuerdo con Ontiveros Alonso “en relación con la venta de Agronitrogenados, es importante destacar que, a escala administrativa, no existe investigación alguna relacionada con la compraventa de esta planta de fertilizantes. Todo el proceso fue auditado y validado por las autoridades administrativas. La documentación correspondiente obra en la carpeta de investigación”.
Respecto a Agronitrogenados, la UIF señaló en su comunicado que “el 29 de enero de 2014 Pemex erogó 275 millones de dólares en la compra de una infraestructura industrial (Agronitrogenados). que no estaba en operación desde 1999. El sobreprecio de esta compra fue de 216 millones de dólares, es decir, Lozoya compró por 275 millones de dólares algo que en realidad valía 58 millones de dólares. En los años sucesivos, Pemex siguió haciendo gastos de rehabilitación de la infraestructura adquirida ilegalmente”.
Así, la operación fraudulenta de Lozoya, solamente en el caso de Agronitrogenados, le ha costado a México 760 millones de dólares.
Respecto al caso Odebrecht, la UIF señaló: “se tienen identificados otros sobornos por al menos 7.3 millones de dólares, pagados por la empresa trasnacional brasileña Odebrecht, a la cual se le adjudicaron tres contratos por parte de Pemex (Salamanca, Tula I y Tula II).