Madrid. El Parlamento de Israel, la Knesset, comenzó este domingo lo que se espera como una sesión maratoniana sobre la llamada "cláusula de sensatez" de la polémica reforma judicial que está impulsando el Gobierno israelí, causa de casi ocho meses de multitudinarias manifestaciones y críticas contra la iniciativa, cuyos críticos consideran un ataque directo contra la separación de poderes.
Israel no tiene constitución, sino una Ley Básica que sitúa a los tribunales como único órgano de control efectivo sobre las decisiones del Ejecutivo. La "cláusula de sensatez" que pretende modificar el Gobierno israelí en esta sesión de hoy concede a los tribunales la capacidad de evaluar las decisiones de los responsables del gobierno según un criterio de sentido común.
Este mismo "estándar de sensatez" fue utilizado por el Tribunal Supremo a principios de este año para anular el nombramiento de un aliado de Netanyahu, Aryeh Deri, como ministro del Interior debido a una condena anterior por soborno y un acuerdo de culpabilidad de 2021 por evasión de impuestos.
De momento, este domingo estará dominado por el bloqueo de la oposición, que ha designado a un filibustero para alargar el procedimiento durante 26 horas, hasta mediodía de lunes.
Sin embargo, a partir de las 14 horas locales de mañana comenzará la sucesión de votaciones que desembocará, muy posiblemente, en la aprobación de la enmienda en torno a las 18.00 gracias a la mayoría de 64 escaños (sobre un total de 120) de la que disfruta la coalición de ultraderecha que lidera el primer ministro del país, Benjamin Netanyahu.
"Si les queda algún sentido de la justicia, por favor, detengan esto", ha suplicado en su turno de palabra el líder opositor israelí y ex primer ministro Yair Lapid en un mensaje dirigido a la bancada de ultraderecha, gran impulsora de esta enmienda.