Nezahualcóyotl. Méx., Madres de víctimas de feminicidio y de mujeres desaparecidas demandaron a la gobernadora morenista electa, Delfina Gómez Álvarez, no incurrir en la misma indolencia que el actual gobierno priísta y que en breve establezca la mesa de trabajo que les prometió en campaña para atender la grave problemática de violencia de género que enfrenta la entidad.
La tarde de ayer, al conmemorar el sexto aniversario del colectivo Nos Queremos Vivas Neza, éstas mujeres revivieron los dolorosos testimonios que les mantienen en las calles, exigiendo justicia.
Con ellas estuvo Irinea Buendía, lideresa histórica de la lucha con-tra los feminicidios, primero en el estado de México y ahora en todo el país, quien cumplió 13 años de protestas.
Todas se solidarizaron este sábado para hacer frente a la ineptitud y corrupción que prevalece en las agencias del Ministerio Público.
Silvia Vargas Velasco lleva casi nueve años solicitando que la muerte de su hija, María Fernanda, sea investigada con perspectiva de género.
La joven perdió la vida en 2014 en Ecatepec y no hay autoridad ministerial que quiera indagar y establezca que ella no se suicidó, sino que la mataron.
“Un poco de dignidad”, exigen a Alfredo del Mazo
Vargas Velasco le exigió al mandatario estatal, Alfredo del Mazo, “un poco de dignidad”, y que luego de seis años de ignorar a las madres, las escuche; mientras a Delfina Gómez le recordó que en su campaña ella les propuso organizar mesas de trabajo.
“Nosotras no tenemos colores, no somos ‘la caja chica’ ni un cheque; sólo somos madres lastimadas a quienes nos mataron a una hija y el Estado nos acaba también, al ignorarnos”, señaló.
Irinea Buendía ahora acompaña a estas mujeres en su peregrinar, luego de que ella luchó durante 13 años hasta obtener justicia para su hija Mariana Lima Buendía. Del año pasado a la fecha ya recorrió 16 estados.
“Necesitamos subir el tono de nuestras voces, porque nos echan a la calle y luego se enojan porque pintamos las paredes”, pero eso sí, los jueces de segunda instancia están reduciendo las sentencias, hasta en 30 años. Por eso estoy aquí para invitarlas a que no se rindan”, recalcó la activista.