Moscú. Un reportero de guerra ruso murió y tres resultaron heridos el sábado en Ucrania en lo que, según el Ministerio de Defensa, fue un ataque ucranio con bombas de racimo, lo que provocó la indignación de Moscú.
Por otra parte, la emisora alemana Deutsche Welle dijo que uno de sus periodistas, Yevgeny Shilko, resultó herido en otro lugar de Ucrania en un ataque ruso con bombas de racimo en el que murió un soldado ucranio. El periodista está fuera de peligro.
Las bombas de racimo están en el punto de mira después de que Ucrania recibiera este mes suministros desde Estados Unidos. Muchos países las prohíben porque hacen llover metralla sobre una amplia zona y pueden suponer un riesgo para la población civil. Algunas bombetas no explotan de inmediato, pero pueden estallar años después.
Reuters no pudo verificar de forma independiente el uso de este tipo de armas en ninguno de los dos incidentes del sábado. Ambos bandos las han utilizado en el transcurso de los 17 meses que ha durado la invasión rusa de Ucrania.
El periodista ruso muerto fue identificado como Rostislav Zhuravlev, corresponsal de guerra de la agencia estatal de noticias RIA. Sus tres compañeros fueron evacuados del campo de batalla tras ser tiroteados en la región ucrania de Zaporiyia, según informó el Ministerio de Defensa.
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, Maria Zakharova, denunció lo que calificó de "terror criminal" por parte de Ucrania y dijo, sin aportar pruebas, que el ataque parecía deliberado.
"Los responsables de la brutal represalia contra un periodista ruso sufrirán inevitablemente un merecido castigo. Toda la responsabilidad será compartida por quienes suministraron municiones de racimo a sus protegidos de Kiev", declaró.
Ucrania no se pronunció de inmediato sobre el incidente.