Los migrantes en Latinoamérica suelen contar con una mayor calificación que los trabajadores locales, pero se enfrentan a la informalidad laboral y condiciones más difíciles de trabajo que obstaculizan su integración, reveló un informe presentado ayer por tres organizaciones internacionales.
El estudio conjunto del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), así como el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) analizó la situación de los extranjeros en 12 países de América Latina y El Caribe.
El informe indicó que los inmigrantes de la región tienen más probabilidades de encontrar un trabajo informal, 52 por ciento frente a 45 por ciento de la población local. Sin embargo, la posibilidad de que encuentren un empleo, independientemente de las condiciones, es más alta al menos en la mitad de los países analizados.
“En la mayoría de los países de América Latina y el Caribe es más probable que los inmigrantes tengan contratos temporales y trabajen más horas –50 horas o más por semana– que los nativos”, afirmó el reporte.
El documento destacó que en los últimos 10 años, países como Chile, Colombia, Ecuador, Perú y República Dominicana han puesto en práctica permisos y visas especiales para regularizar la situación de los inmigrantes, lo que ha facilitado su integración.
Los datos mostraron también que en la mayoría de los países donde se realizó el estudio las mujeres migrantes tienden a estar más educadas que los hombres. Pero la proporción de hombres migrantes en edad de trabajar que tienen un empleo supera a la de mujeres migrantes en más de 27 puntos porcentuales.