Las secretarías de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) y de Cultura (SC) federal informaron ayer que comenzaron los trabajos preliminares para “el rescate integral y definitivo” de los murales y obra escultórica del Centro SCOP, inaugurado en 1954 y reconocido como ícono de la arquitectura muralística emblemática de la década de los años 50.
En un comunicado precisaron que se suscribieron las bases de colaboración “para garantizar la preservación, conservación, resguardo y permanencia” de las obras de Juan O’Gorman, José Chávez Morado, Jorge Best, José Gordillo, Francisco Zúñiga y Rodrigo Arenas Betancourt, entre otros, así como dar seguimiento y supervisión para que los trabajos técnicos cumplan con las especificaciones del proyecto.
Al mismo tiempo, confirmaron que la declaratoria de ese sitio como patrimonio cultural y artístico continúa el curso jurídico para su publicación.
La primera fase, señalaron, comenzó el pasado 30 de junio y consiste en la intervención especializada para el rescate y liberación del patrimonio artístico que aún albergan los muros exteriores de los edificios A, B y C del Centro SCOP, ubicado en la colonia Narvarte Poniente.
Los trabajos contemplan “el rescate integral, retiro y recuperación especializada, análisis de deterioro y restauración de mosaicos, relie-ves y escultura, tanto de originales como de piezas rescatadas o réplicas, tras los graves e irreversibles daños sufridos por los sismos de 1985 y 2017”.
Con estas labores, puntualizaron, se rescatará un elemento significativo en el paisaje de la capital del país, referente en la memoria colectiva y simbólica de sus habitantes, que se denominará Parque del Muralismo Mexicano.
Además, agregaron, se reaprovechará el patrimonio federal, “al dar una nueva voz al espacio con el fin de destacar la obra muralística y escultórica que, a la vez, converja con la historia de las comunicaciones del país, generando un sitio seguro y de convivencia para los habitantes de la zona”.
En las obras participan ingenieros de la SICT, historiadores, arquitectos y restauradores del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), que, según las dependencias, siguen un riguroso plan de trabajo y comunicación con las autoridades federales y locales.
Espacio único en el mundo
En febrero pasado se informó que, por instrucción presidencial, el Centro SCOP se convertirá en un parque cultural al aire libre y, con ello, en el espacio muralístico público más grande del mundo.
Fue el Consejo en Defensa del Centro SCOP –órgano ciudadano conformado por investigadores, historiadores del arte, activistas, periodistas y vecinos de la zona– el que dio a conocer en ese momento aquella noticia, tras reunirse con autoridades de la SICT y el Inbal.
Según se consignó en estas páginas (La Jornada, 12/2/23), los integrantes de ese movimiento ciudadano, integrado hace cinco años a raíz del abandono que sufrió ese conjunto inmueble y la obra artística ahí contenida por los daños provocados por el terremoto de 2017, calificaron la determinación del gobierno federal como “un hecho histórico” para la cultura nacional y para el movimiento en el rescate del patrimonio artístico, escultórico, pictórico y muralístico mexicano.
Entonces, se indicó que el plazo para tener lista la obra era hasta junio de 2024; incluso, se señaló la última semana de ese mes como fecha tentativa para inaugurarla.
Detallaron que se les señaló que la restauración de los murales del SCOP estará a cargo de la empresa CAV Diseño e Ingeniería, la misma que, tras el terremoto de 2017, se encargó de desmontar, ennumerar y almacenar en bodegas los paneles que estaban en las columnas.
El anteproyecto presentado hace unos meses por las autoridades federales contemplaba la demolición de 90 por ciento de las estructuras de los cuerpos A, B, C y D, las cuales sufrieron graves daños estructurales en los terremotos de 1985 y 2017.
De igual manera, se planteó la posibilidad de tomar en cuenta a los creadores de los 13 murales que se alojan en ese complejo arquitectónico y artístico que aún viven, para participar en su restauración y en la transformación de ese espacio en parque cultural.
El proyecto presentado al Consejo en Defensa del SCOP, se dijo en aquella ocasión, incluye un auditorio, salones para talleres, gimnasio y restaurantes, además de un espejo de agua que, visto desde el aire, evocará una onda sísmica para recordar los terremotos de 1985 y 2017 en la Ciudad de México, así como un estacionamiento subterráneo de un nivel. También incluirá una sala cinematográfica.
Se trata, explicaron integrantes de ese organismo ciudadano, de un proyecto que trasciende los aspectos artísticos y culturales para alcanzar dimensiones sociales, al contemplar también el mejoramiento de la Unidad Habitacional IMSS-Narvarte, conformada por 492 departamentos, cuya construcción formó parte de la propuesta original de aquel espacio.