La delegación de la Unión Europea (UE) en México y las embajadas de Noruega y Suiza expresaron ayer su preocupación por la situación de violencia e intimidación que enfrentan muchos periodistas y defensores de los derechos humanos en el país, al tiempo que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) también manifestó su inquietud por este mismo tema.
Al condenar los asesinatos de Ulises Nava, activista de la comunidad LGBT y docente de la Universidad Autónoma de Guerrero, acribillado en Aguascalientes el sábado pasado, y del comunicador Nelson Matus, director del portal de noticias Lo Real de Guerrero, ultimado ese mismo día en Acapulco, las representaciones europeas llamaron a las autoridades a identificar y juzgar a los responsables de los crímenes.
Expresaron sus condolencias y su solidaridad con las familias, colegas y amigos de las víctimas, además de que urgieron a las autoridades competentes a generar entornos favorables y de protección para que periodistas y defensores de los derechos humanos en México puedan ejercer sus actividades libremente, sin poner en riesgo sus vidas y sin amenazas para evitar que haya “zonas de silencio”, donde ninguno de ellos se atreva a trabajar.
En tanto, la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la CIDH aseveró que el homicidio de seis periodistas en lo que va del año, y las demás violencias de las que son víctimas los comunicadores, muestran la situación de riesgo en la que se encuentran en distintas zonas de México.
Expuso que en este tipo de lugares “resulta extremadamente difícil que (los periodistas) realicen investigaciones y publicaciones sobre temas como crimen organizado, narcotráfico, corrupción, seguridad pública y asuntos similares”.
Condenó los recientes ataques contra Luis Martín Sánchez, corresponsal de La Jornada en Nayarit, y la privación ilegítima de la libertad de Jonathan Lora Ramírez y Osiris Maldonado de la Paz, en ese mismo estado, así como el asesinato de Nelson Matus, en Guerrero.