Lima. Miles de personas protestaron ayer en distintas partes de Perú con la consigna: “no a la dictadura asesina”, y realizaron varios bloqueos de carreteras, para exigir la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y el cierre del Congreso, como parte de la llamada tercera toma de Lima, lo que generó enfrentamientos entre manifestantes y policías que se saldaron con ocho heridos, seis detenidos y algunos daños materiales.
Las demandas son casi las mismas de anteriores manifestaciones: la expulsión de Boluarte antes de su discurso a la nación del próximo día 28, el cierre del Congreso dominado por partidos de derecha, elecciones anticipadas y una nueva Constitución.
Hacia las 3 de la tarde, en la capital, los manifestantes se congregaron de manera pacífica en una plaza a un kilómetro del palacio presidencial y del Congreso, y en otros puntos acordados.
En sus pancartas se leía: “en democracia no se mata a los que protestan” o mostraban caricaturas de Boluarte con casco, empuñando un fusil sobre un tanque militar con la frase: “me quedo hasta 2026”. También portaron réplicas de lápidas negras con letras y cruces blancas con los nombres de las decenas de fallecidos de las protestas.
Cerco policiaco en sedes de gobierno
En Lima, el epicentro de la movilización, los edificios públicos, incluidas las sedes del palacio de gobierno y del Congreso, fueron protegidos con rejas metálicas, mientras los manifestantes desfilaban por las principales calles del centro.
Alrededor de las 7 de la tarde (hora local), tras romper un cordón policial, los inconformes llegaron a las cercanías del Congreso, donde la policía disparó gas lacrimógeno para dispersarlos.
También se reportaron enfrentamientos en la avenida Abancay, con el lanzamiento de palos y fuegos artificiales por los manifestantes, informaron RPP y Telesur.
Afuera del recinto parlamentario, los manifestantes también quemaron objetos para obstaculizar el paso de la policía, momentos que los agentes aprovecharon para detener a los responsables.
Al cierre de esta edición el saldo era de ocho heridos por la represión policial, reportó la Defensoría del Pueblo, entre ellos, la periodista independiente del medio Plaza Boyka Gabriela Ramos Carbajal, quien fue impactada con perdigones en avenida Abancay a la altura de Fiscalía de la Nación, y presentó heridas de gravedad, por lo que fue trasladada a un hospital, informó Infobae. El otro herido grave fue el fotoperiodista Rober Llicla, quien también fue trasladado en camilla por brigadas de emergencia, confirmó la Asociación Nacional de Periodistas. El ministerio del Interior confirmó más tarde seis detenciones.
Represión en los Andes
Más temprano, en la plaza mayor de la región de Huancavelica, en los Andes, la policía también dispersó con gas lacrimógeno a unos 3 mil manifestantes, luego de que la puerta de la oficina local del Ministerio del Interior fue consumida por el fuego, confirmó el primer ministro peruano, Alberto Otárola, en conferencia de prensa.
Las televisoras locales en Huancavelica mostraron a albañiles, universitarios y residentes que coreaban: “esta democracia, ya no es democracia” y “Dina, asesina, el pueblo te repudia”, grito que se hizo popular en Perú durante las pasadas manifestaciones.
La Defensoría del Pueblo reportó otras situación de violencia en la toma de instalaciones de la Universidad Nacional de Cajamarca, así como bloqueos en 58 provincias.
Según el Ministerio de Transportes, ocho puntos de carreteras en las regiones de Cusco, Arequipa, Ayacucho y Loreto fueron bloqueados, pese a que hace una semana el gobierno extendió por un mes la suspensión de la libertad de tránsito y de reunión en varias autopistas claves del país, con el fin de evitar los cortes viales.
Suspenden clases en Arequipa
En Arequipa, la segunda región en importancia de Perú, en el sur del país, las autoridades suspendieron las clases presenciales. La misma medida se anunció para la región turística de Cusco y la de Tacna, en la frontera con Chile.
Asimismo, en los aeropuertos de Lima, Arequipa, Cusco y Puno –que sufrieron ataques a principios de año– sólo se permitió el ingreso a las personas con sus boletos de embarque y documentos de identidad, para garantizar la seguridad de los viajeros.
El jefe policial Jorge Angulo declaró ayer a la radio local RPP que se desplegarían 24 mil policías entrenados para contener las manifestaciones, luego de observaciones realizadas a las fuerzas de seguridad peruana enviadas por la Organización de Naciones Unidas y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre el uso excesivo de la fuerza entre diciembre y febrero.
Aunque el gobierno de Boluarte ha acusado a los inconformes de violentos, cifras de la Defensoría del Pueblo, organismo autónomo que registra el conflicto social en el Perú, indican que entre diciembre y febrero, de un total de mil 327 protestas realizadas, apenas 11.5 por ciento fueron violentas. Boluarte no hizo ninguna declaración durante la jornada.
La mandataria llegó al poder el 7 de diciembre de 2022, luego de que el Congreso destituyó al entonces presidente Pedro Castillo, quien intentó disolver el Parlamento para evitar una votación en su contra.Cinco días después de asumir el cargo, Boluarte, en medio de las protestas, aseguró que había asumido “la iniciativa de llegar a un acuerdo con el Congreso para adelantar las elecciones generales al mes de abril de 2024”. Pero en junio la mandataria cambió de parecer y aseguró que se quedaría en el poder hasta 2026, cuando culmina el periodo presidencial para el cual fue electo Castillo.