Voces en escena reúne cinco espectáculos de poesía escénica al estilo microteatro, en los cuales los asistentes podrán disfrutar de una selección de música y poesía.
Es una muestra de montajes de 10 a 15 minutos en los que el espectador “tiene la libertad de crear su propia experiencia” en cinco salas diferentes, por medio del spoken word, la poesía escénica y la música.
De 10 a 15 personas podrán degustar actos bucólicos-sonoros como Música y poesía para enamorar al polvo, de Marina de Ita; Mucha mujer, escenificada por Splash Morales; Fruti loops, por Astro Damus (Cleva Camila Villanueva López); Transpoken: el ojo de la poesía, de Luis Membrillo, y El vigor de la agonía, de Jorge Karam y Charles Gnomosky.
“Voces en escena reivindica no sólo la palabra como arma, sino como medio. Es una manazo frente a la cultura del movimiento. Una especie de catarsis entre las formas y figuras para contectar sentimientos”, comenta a La Jornada Jorge Karam, quien junto con Gnomosky crea lírica y sinfonía urbanas. “Decidimos sumergirnos a las entrañas de esta selva de concreto, soltando un grito violento que invite no sólo al exceso, sino a la reflexión, al éxtasis, al recuerdo inmediato”.
Este proyecto, aseguran, “no es una canción ni un recital; no sólo es poesía y no sólo es música. Es una confrontación frente al espejo, una serie de formas, figuras y sentimientos que delatan las memorias huecas, aunque oníricas, del necio. Es un último vistazo al pasado, ya todo puteado de la cara, curtido, rugoso; aún con esos vestigios inocentes de ‘ánimo juvenil’ que, de alguna u otra manera nos dieron forma”.
Desde 2018, Marina de Ita ha presentado Música y poesía para enamorar el polvo en conciertos íntimos y virtuales. Su música es cercana al pop oscuro, melancólico, con baladas acústicas a piano u órgano o acompañadas de beats electrónicos. Los elementos característicos de su repertorio son los pianos lúgubres, la poesía, el humor negro y la ternura. Se presenta en solitario o con uno o más músicos invitados, de acuerdo con el escenario. De Ita es miembro de Las Luz y Fuerza, entre otros grupos.
Intervenciones escénicas
A su vez, Splash Morales, graduada en drama con estudios del cine de la Universidad de Kingston en 2018 y de la maestría en guion de la escuela de cine de Londres en 2020, es fundadora de la compañía de teatro Pink Castor, que hasta la fecha ha producido tres obras, presentadas en festivales teatrales como el Barnstaple Fringe, el Iyaf y el Fuse Festival. En México actuó en Scrooge, Sueño de una noche de verano e Historias con ruiditos, entre otras. Su obra unipersonal, con intervalos de poesía en voz alta, sobre su diagnóstico del trastorno por déficit de atención e hiperactividad, fue puesta dos semanas en Londres. En 2023 publicó su primer poemario, Mucha mujer.
Fruti loops es otro acto. Lo ejecuta Astro Damus, quien ha incursionado en la poesía en voz alta y la sonorizada con intervenciones escénicas. Su escritura reciente se ha centrado en retratar temas feministas y la violencia hacia las mujeres. Su intervención girará en torno al spoken word y la poesía sonorizada a través de loops de voz y canto.
Transpoken: el ojo de la poesía es la propuesta de Luis Membrillo, quien menciona que cuando vio la película Ghostbusters (“la de los 80, no la nueva”) se dio cuenta de que su mundo es crear historias. Tiene más de 20 años de carrera en televisión (como director creativo, guionista y presentador), radio (director, locutor y guionista), publicidad y es escritor transmedia, con tres publicaciones.
Voces en escena se montará en Venenoise, galería de arte y sonido, de 18:45 a 23 horas el próximo sábado, ubicada en Bucareli 80 altos, Centro Histórico. La entrada es por Emilio Dondé frente al Reloj Chino (en el edificio abandonado que forma parte del inconsciente colectivo de la Ciudad de México).
La entrada costará 30 pesos por una sola función y 120 por cinco funciones.