El actor Jorge A. Jiménez interpreta a Pancho Villa en la serie que se estrenó ayer en la plataforma Star+.
Gracias a ese papel, el histrión estableció un contacto más directo y profundo con la figura del revolucionario, dijo en entrevista.
“Lo que conocía de los personajes era lo que aprendemos de niños, lo que escuchamos en la escuela y leímos en los libros, lo que llegamos a ver en algún proyecto o película. Ahora aprendí una gran cantidad de cosas que ni tenía idea sobre Pancho Villa, su trayectoria, sobre quienes lo rodearon en la Revolución. Fue un gran descubrimiento”, agregó.
La serie toca la relación que Villa tuvo con otros caudillos como Tomás Urbina y Rodolfo Fierro, personajes que son interpretados por Armando Hernández y Leonardo Alonso, respectivamente. “Actoralmente se vuelve un atractivo, porque siempre estás buscando ser partícipe de un proyecto que te rete personal y profesionalmente”, dijo Hernández.
El trabajo de preparar a personajes basados en personas reales requirió de mucho estudio. Al investigar sobre quién fue Fierro, el actor Leonardo Alonso se encontró con un hombre al que no lo querían ni en su pueblo. “Era cruel y sanguinario, a su tumba nadie lo va a ver, es el olvidado, y entonces descubres que realmente este villano está en todas las fotos”, indicó.
Una de las formas que utilizaron los intérpretes para recrear a sus personajes fue estudiando sus gestos y expresiones en las fotografías que pudieron encontrar. “Yo veía que Rodolfo Fierro tenía una sonrisa de cuidado, no era alegre; como que analizaba a la gente y todo lo que estaba a su alrededor. Y me di cuenta de que era muy bueno disparando con las dos manos”, añadió.
Jorge A. Jiménez pasó por un proceso similar para encarnar al Centauro del Norte. “Leí muchísimo sobre Villa, sobre la época, pero también me enfoqué mucho en las fotos que hay en Internet”, explicó.
De esta manera identificó cuándo el caudillo estaba molesto, alegre, triste o decaído. Fue necesario recrear y tomar en cuenta la parte más humana de cada sujeto. “No sabemos cómo era, pero sí cómo fue su pasado y, así, entiendes lo que sentía en cada momento. Fierro perdió a su hija cuando su mujer dio a luz, también perdió a su esposa, la mamá lo abandonó, trae una carga pesadísima”, señaló.
Para Armando Hernández esa labor de la serie es una de sus principales virtudes. “El objetivo es mostrar las contrariedades en las que, como humanos, tenemos decisiones acertadas o erróneas, mostrar el lado humano de los personajes, más allá de los acontecimientos en los que se hayan desenvuelto”, sostuvo.