Morelia, Mich., A casi cinco décadas de la desaparición forzada de cinco integrantes de la familia Guzmán Cruz, originarios de la comunidad de Tarejero, municipio de Zacapu, el Consejo Supremo Indígena de Michoacán (CSIM) demandó justicia para estas víctimas de la guerra sucia.
En conferencia de prensa, dicha organización y familiares de los ausentes expusieron que en los años 70 las fuerzas federales detuvieron y torturaron a Jesús Guzmán Jiménez y a sus hijos –de entre 15 y 19 años– Amafer, Adenauer, Solón y Venustiano Guzmán Cruz, cuyo paradero se desconoce hasta la fecha.
Indicaron que sólo tres de ellos formaban parte del grupo guerrillero Movimiento de Acción Revolucionaria, pero el padre de los jóvenes y Solón no tenían relación con éste.
Explicaron que en julio de 2013, acompañados por la Fundación Diego Lucero y el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, denunciaron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos la desaparición forzada y “la falta de investigación, juzgamiento y sanción de los responsables de tales hechos” (informe número 50-13 / CIDH).
Pavel Guzmán, coordinador del CSIM, pidió “a esta instancia internacional que no espere más y emita la resolución final de este caso, toda vez que toda justicia que es retrasada no es justicia”.
Abdayán Guzmán, el único hermano sobreviviente, recordó que el 16 de julio de 1974 detuvieron en Morelia a su hermano Amafer. “Incluso Miguel Nazar Haro, quien era titular de la Dirección Federal de Seguridad, vino y lo trasladó a la 21 zona militar” refirió. A los demás se los llevaron entre 1976 y 1977.
De acuerdo con los testimonios, también fueron desaparecidos Rafael Chávez Rosas, originario de la comunidad de Caltzontzin, municipio de Uruapan, y José Luis Cruz Espinoza, primo de los hermanos Guzmán Cruz, pero no existe registro debido a que sus padres, “al ver la situación tan delicada”, no denunciaron y emigraron a Estados Unidos.