Un grupo de periodistas y fotógrafos clausuraron de manera simbólica las oficinas de la representación del estado de Guerrero en la Ciudad de México, para exigir justicia por el asesinato del comunicador Nelson Matus Peña, ultimado en Acapulco el 15 de julio pasado.
Colocaron imágenes de Nelson Matus en la entrada del inmueble y una cinta amarilla con la leyenda “precaución”. Como parte de la protesta entregaron una misiva en la que denunciaron que los crímenes contra periodistas no cesan. “No hay garantías para ejercer la libertad de prensa”, subrayaron.
Expusieron que la violencia contra el gremio no sólo se observa en los asesinatos, como el de Nelson y el corresponsal de La Jornada en Nayarit, Luis Martín Sánchez, el 8 de julio pasado, sino con “desapariciones forzadas, ataques en aumento por parte de funcionarios públicos, entre otras amenazas, desplazamientos y arbitrariedades que se suman a un contexto precario y de muerte”.
La carta, dirigida a la gobernadora del estado, Evelyn Salgado; a la Fiscalía de Guerrero, así como al presidente Andrés Manuel López Obrador y a la Fiscalía General de la República, fue entregada a una trabajadora de la representación de Guerrero, ya que el resto del personal está de vacaciones.
Los manifestantes indicaron que regresarán en 15 días con el objetivo de concretar una reunión con las autoridades estatales a fin de trabajar en la acciones para obtener verdad y justicia por este caso. Asimismo, enfatizaron que son necesarias políticas integrales que impidan que esto siga pasando.
En tanto, en un comunicado, la Oficina en México del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos llamó a las instituciones de procuración de justicia a llevar a cabo una investigación “diligente y eficaz” por el asesinato de Nelson Matus y del defensor Ulises Nava Juárez, este último en Aguascalientes el 15 de julio pasado.
Instó a que las pesquisas prioricen lo relacionado con los intereses que podrían haberse visto afectados por las labores de periodismo y defensa de derechos humanos que desarrollaban las dos víctimas.