Ciudad de México. La primera etapa de operación del Tren Interurbano México-Toluca se pondrá en marcha el 14 de septiembre, se informó ayer en la conferencia del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Funcionarios federales y de las dos entidades indicaron que este primer tramo corresponde a los 29 kilómetros entre la terminal Zinacantepec, pasando por tres estaciones hasta Lerma, estado de México.
El director general del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), Jorge Mendoza Sánchez, indicó que en su totalidad, la obra se extenderá por 58 kilómetros, 86 por ciento de la longitud total serán viaductos elevados.
Apuntó que el traslado entre terminales (Zinacantepec a Observatorio) será de 39 minutos, reduciendo hasta en una hora u hora y media los recorridos en automóvil o autobús.
Constará de siete estaciones (incluidas las dos terminales) y recorrerán la vía 20 trenes eléctricos de última generación, de cinco carros cada uno, con capacidad total para 719 pasajeros, alcanzará una velocidad máxima de 160 kilómetros por hora.
El titular de Banobras detalló que la inversión total en el proyecto es de 97 mil millones de pesos; además que se tiene un “avance importante” a fin de ponerlo en operación en los próximos meses. Y añadió que el tren tendrá “lo último en tecnología ferroviaria”.
La demanda estimada está proyectada de la siguiente manera: el próximo año se prevé podría atender a 81 mil pasajeros al día; para 2030 la cifra pasará a 147 mil diarios; mientras para 2045 usarán el tren 195 mil personas cada día.
Conectado al Metro
Manuel Gómez Parra, director general de Desarrollo Ferroviario Multimodal de la Secretaría de Infraestrucrura, Comunicaciones y Transportes, refirió que el tren atravesará cinco municipios mexiquenses y dos alcaldías capitalinas; además estará conectado a la red del Metro de la Ciudad de México; ello permitirá conectar las zonas poniente y oriente del estado de México.
Explicó que los trenes podrán operar a una frecuencia máxima de dos minutos y medio entre cada convoy.
Detalló que los tramos 1 y 2 (que abarcan 41 de los 58 kilómetros) y el 5 (talleres y cocheras) se ha concluido toda la obra civil; en tanto que en el tramo 4 hay un avance de 70 por ciento.
El tramo 3, dijo, consta de tres obras de gran envergadura: un viaducto atirantado de 519 metros de largo, con avance de 38 por ciento; un viaducto en doble voladizo de 192 metros de claro, que lleva la mitad del desarrollo, y una estación adicional a lo proyectado inicialmente, a la altura del pueblo de Santa Fe, con avance de 51 por ciento.
Hoy se realizan pruebas para tener a punto la obra y los cuatro convoyes con los que se inciará en septiembre, que tendrán una frecuencia de 10 minutos y funcionarán de 6 de la mañana a 11 de la noche, pues en las madrugadas se aprovechará para continuar las obras.
En la mañanera estuvieron además del presidente López Obrador, el gobernador del estado de México, Alfredo del Mazo Maza, y la mandataria electa de esa entidad, Delfina Gómez Álvarez; así como el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres. Los tres coincidieron en los beneficios que la obra traerá para los habitantes de ambas entidades, en particular los de esa zona.