Bruselas. La cumbre de Bruselas entre la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) concluyó ayer con una declaración que expresa “preocupación” por “la guerra contra Ucrania”, pero evita referirse a Rusia, tras arduas negociaciones que no consiguieron consenso con Nicaragua.
Esa disputa centró buena parte de los dos días de discusiones que pretendían revitalizar los vínculos entre la UE (27 países) y la Celac (33), y relegó a segundo plano un importante anuncio de inversión europea, así como un encuentro articulado por Francia entre el gobierno y la oposición de Venezuela y los debates sobre los desafíos del cambio climático.
Finalmente, los dirigentes expresaron su “profunda preocupación por la actual guerra contra Ucrania, que sigue causando un gran sufrimiento”.
El bloque europeo, que respalda financiera y militarmente a Ucrania, insistió en incluir en el texto final una mención a ese conflicto que trastornó las relaciones internacionales e impactó en la economía mundial.
El documento recibió el apoyo de 59 de los 60 países participantes en la cumbre. Por la tarde, el presidente francés, Emmanuel Macron, afirmó que “Nicaragua se resistía a firmar el texto”. La declaración indica que ésta “fue suscrita por todos los países con una excepción, debido al desacuerdo con un párrafo”.
Nicaragua es uno de los siete países que en febrero votó contra una resolución de la Organización de Naciones Unidas (ONU) aprobada por 141 votos a favor que exigía la “retirada inmediata” de las tropas rusas de Ucrania.
En la declaración final, los dirigentes también expresaron su apoyo a “un diálogo constructivo entre las partes de las negociaciones conducidas por venezolanos en la Ciudad de México”.
Los gobiernos de Argentina, Brasil, Colombia y Francia planean reunirse en París, en noviembre, para participar en las negociaciones entre el gobierno y la oposición de Venezuela, aseguró Macron en el cierre de sesiones.
Mientras, la UE y Chile firmaron un memorando de entendimiento para una asociación estratégica en la cadena de valor de las materias primas, con miras al desarrollo de la explotación del litio, vital en la transición energética.