Moscú. Rusia anunció ayer que “terminó de facto” el acuerdo de guerra sin precedente, auspiciado por Turquía y la Organización de Naciones Unidas (ONU) hace un año, que permitía exportar granos desde Ucrania a países en África, Medio Oriente y Asia, donde el hambre es una creciente amenaza y los altos precios de la comida han sumido a más gente en la pobreza, y aseguró que está lista para reintegrarse “inmediatamente” cuando se cumplan sus condiciones.
El vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, indicó que no había relación entre el ataque en la madrugada contra el puente de Kerch, que une a Rusia y Crimea, y su decisión de suspender la iniciativa, por lo que calificó de incumplimiento de sus exigencias de aplicar un acuerdo paralelo que suavizaba las normas para sus propias exportaciones de alimentos y fertilizantes. El gobierno ruso asegura que no se respetan sus intereses del pacto, que incluye levantar los obstáculos para exportar productos agrícolas y fertilizantes.
El acuerdo permitía que los alimentos salieran de la región del mar Negro después de que la invasión de Rusia a su vecino deterioró una crisis global de alimentos prexistente. A la iniciativa se le atribuye haber ayudado a reducir los crecientes precios del trigo, el aceite vegetal y otros productos alimenticios en todo el mundo.
Tras el aviso, el secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Antonio Guterres, lamentó que cientos de millones de personas en el mundo “van a pagar el precio” de la decisión y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, subrayó que su par ruso, Vladimir Putin, “quiere mantener” el acuerdo e indicó que dialogará con él.
El gobierno de China se comprometió a apoyar la continuación de los contactos entre las partes, pero advirtió que se deberían tener en cuenta los intereses de Rusia. El presidente ucranio, Volodymir Zelensky, indicó que habló con Guterres, y señaló que acordaron trabajar juntos para restablecer el suministro de alimentos a través de las rutas del Mar Negro.
El secretario estadunidense del Departamento de Estado, Antony Blinken, aseguró que la negativa rusa a continuar el acuerdo “daña a millones de personas hambrientas”. Alemania, Gran Bretaña, Francia y la Comisión Europea se sumaron a los rechazos.
Ataque al puente de Kerch
La decisión se conoció horas después de que drones navales ucranios atacaron el puente de Kerch, clave para abastecer a los soldados rusos en Ucrania. Este ataque “es una operación especial de los SBU (los servicios especiales ucranios) y la marina”, afirmó una fuente de los servicios de seguridad ucranios a la agencia noticiosa Afp.
Las imágenes mostraban el derrumbe de una sección del puente y el corte del tráfico en ambas direcciones, aunque el puente ferroviario paralelo seguía operativo. Putin pidió reforzar las medidas de seguridad y prometió que su país iba a responder al ataque, en el cual murió una pareja y su hija resultó herida.
Funcionarios rusos detuvieron el tráfico en el puente que enlaza su territorio con la Crimea anexada luego de un ataque ucranio, que causó el colapso de unas partes de la obra y provocó la muerte de dos personas. Vía Graphic News.