El consumo privado en México siguió con clara tendencia de crecimiento constante y estable, según el Indicador Oportuno del Consumo Privado (IOCP), que calcula el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El indicador anticipó que el consumo privado interior cayó 0.1 por ciento mensual en mayo pasado, y se recuperó en junio con un alza de 0.2 por ciento respecto al mes previo. A pesar del pequeño tropiezo en mayo, el IOCP prevé que el consumo privado interno (que es el componente más vigoroso de la demanda agregada en los últimos meses) seguiría con su clara tendencia creciente.
El IOCP estimó que el consumo privado interno mostró crecimiento de 3.5 por ciento en mayo con respecto al mismo mes de 2022 (igual al registrado en abril) y luego aceleró a 3.8 por ciento anual en junio.
Las estimaciones realizadas presentan sus respectivos intervalos de confianza a 95 por ciento para los meses de mayo y junio de 2023. Las estimaciones se refieren a cifras desestacionalizadas.
Rafael de la Fuente, economista en jefe para América Latina de UBS, afirmó que el consumo privado se ha convertido en el principal motor de la recuperación económica de México. Y es que los factores que apoyan el consumo privado son la masa salarial, que incluye los ingresos laborales, el crédito, las remesas y los programas sociales, que proporciona una perspectiva de la capacidad de gasto de los hogares y tiene una buena correlación con la dinámica de las ventas minoristas.
Sin embargo, De la Fuente prevé que el ritmo de crecimiento del consumo privado se ralentice este año a 3.1 por ciento, aunque consideró que seguiría siendo pieza clave en el crecimiento económico de México.
El crecimiento del empleo ha sido el factor que más ha impulsado el consumo interno hasta ahora, seguido de cerca por el crecimiento de los salarios reales. Además, el gasto social del gobierno, en particular en pensiones y asistencia a adultos mayores, seguirá impulsando pues seguirán recibiendo el buen apoyo, al tratarse de las principales prioridades de la actual administración.
Por su parte, las remesas han dejado de contribuir positivamente al crecimiento de los ingresos, contrayéndose en términos de pesos debido a la apreciación del peso mexicano.