Addis Abeba., Las condiciones de sequía en la región del cuerno de África han desplazado a alrededor de 2.7 millones de personas, informó ayer el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
En un informe de actualización de la situación regional, este ente de la Organización de Naciones Unidas (ONU) señaló que 1.7 millones de personas en Somalia, 516 mil en Etiopía y 466 mil en Kenia han sido desplazadas por la sequía.
El reporte del PMA también reveló que la llegada de cientos de miles de refugiados a las zonas afectadas en los tres países está exacerbando la inseguridad alimentaria en la zona.
“La región del cuerno de África ha experimentado una severa sequía luego de temporadas consecutivas de precipitaciones por debajo de lo normal desde 2020, lo que ha afectado la agricultura, la ganadería, la vegetación, los recursos hídricos, las fuentes de ingreso y los recursos para pastoreo”, añadió el PMA.
En inseguridad alimentaria, 23.4 millones de personas
La agencia de la ONU calculó que la prolongada sequía en la región del cuerno de África ha dejado a 23.4 millones de personas en inseguridad alimentaria aguda y a 5.1 millones de niños con desnutrición aguda.
Los pronósticos del organismo de la ONU alertan sobre un aumento de las necesidades humanitarias de existir otra temporada de lluvia mala, de ahí la necesidad de una respuesta multifacética que incluya esfuerzos de ayuda a corto plazo y soluciones a más largo plazo, como la gestión sostenible del agua y las medidas de adaptación climática.
“La sequía afectó las condiciones corporales del ganado y diezmó los rebaños, lo que a su vez frenó la producción ganadera. Cosechas sucesivas por debajo del promedio, junto con altos costos de producción y transporte, redujeron la producción agrícola local. Todo esto condujo a picos en los precios de los alimentos que aún persisten, lo que redujo el poder adquisitivo de los hogares y el acceso a alimentos ricos en nutrientes”, indica el reporte.
Precisa el documento que “a pesar de la mejora de las lluvias durante la temporada de marzo a mayo de 2023 y el evento de El Niño pronosticado para finales de año, es probable que los impactos de la sequía persistan durante mucho tiempo.
“Se necesitan acciones inmediatas y de mediano y largo plazos para prevenir los peores impactos y reducir la vulnerabilidad y los riesgos mientras se construye y fortalece la resiliencia”, destaca el PMA.