Bogotá. El gobierno colombiano y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), dieron a conocer ayer la lista de los nueve protocolos que regirán, a partir del próximo 3 de agosto, el Cese el Fuego Nacional y Temporal acordado por las partes en el marco de las negociaciones de paz que llevan a cabo desde noviembre de 2022.

En un comunicado conjunto, dijeron que el cumplimiento cabal del alto el fuego será “un aporte concreto a la realización de las elecciones del próximo 29 de octubre”, en las que la ciudadanía elegirá gobernadores de los 32 departamentos y alcaldes de los mil 123 municipios del país.

Los protocolos se refieren al rol de la mesa de diálogos en el cumplimiento del cese de hostilidades y al funcionamiento del Mecanismo de Monitoreo y Verificación (MMV) creado para prevenir enfrentamientos entre la fuerza pública y la guerrilla. Como su nombre lo indica, dicho mecanismo investigará y definirá responsabilidades en caso de eventuales ataques.

El MMV estará conformado por delegados del ELN, el gobierno, la misión de verificación de Naciones Unidas en Colombia y la Iglesia católica. También se establece en los protocolos una veeduría social de la tregua, así como pautas de protección humanitaria para las comunidades que viven en las zonas más afectadas por la confrontación.

Garantías de la ONU y la sociedad a la tregua

Danilo Rueda, alto comisionado de Paz del gobierno, expuso a La Jornada que los protocolos garantizan “una forma de vigilar la aplicación del derecho internacional humanitario por parte del ELN y la fuerza pública, al tiempo que involucran a la población”.

Aunque se mostró confiado en que este cese el fuego sea exitoso, Rueda reconoció que uno de los factores que amenaza su cabal cumplimiento es “la existencia de otras expresiones de violencia armada, algunas de origen político y otras no, pero que operan en las mismas áreas del ELN”.

Se refería a regiones de los departamentos de Arauca y Norte de Santander, fronterizos con Venezuela, y Cauca y Nariño, al sur occidente del país. En estas áreas se vive en máxima tensión debido a la disputa territorial entre guerrilleros del ELN, y dos disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), conocidas como Segunda Marquetalia y Estado Mayor Central. En el occidental departamento del Chocó el ELN enfrenta militarmente a un grupo de origen paramilitar denominado Clan del Golfo.

Los protocolos que soportarán el cese el fuego se definieron en La Habana, sede del más reciente ciclo de conversaciones entre el gobierno y el ELN, una guerrilla sexagenaria que surgió al calor de la revolución cubana en los años 60, con fuerte inspiración en los postulados de la teología de la liberación.

Los elenos, como se les conoce en Colombia, han tenido acercamientos de paz con 11 gobiernos, pero esta es la primera vez que pactan un cese el fuego.

Según lo acordado, en un principio el silencio de los fusiles durará 180 días, que se podrán prorrogar o suspender de acuerdo a la marcha de los acontecimientos.

El gobierno del presidente Petro ha diseñado una estrategia denominada “paz total”, en el marco de la cual ha tenido acercamientos y exploraciones con fuerzas irregulares de origen político y no político, así como con grupos delincuenciales que operan en varias ciudades del país. El comisionado Rueda anunció la semana pasada la instalación formal de una mesa de diálogos con las FARC EMC, una estructura de las antiguas guerrillas que no entregó las armas tras los acuerdos de paz de 2016 y que dice tener presencia en 15 departamentos.