Jerusalén. Decenas de miles de manifestantes llenaron ayer las calles de Tel Aviv anoche, en la 28 semana consecutiva de protestas contra el plan del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para reformar el sistema judicial del país.

Los líderes del movimiento amagaron con “más días de disturbios”. El gobierno conservador dio esta semana su aprobación inicial a una parte clave de la reforma, dando nueva vida al descontento popular. El proyecto aún debe ser avalado en dos votaciones más, previstas para finales de mes, antes de convertirse en ley.

Las manifestaciones de los sábados por la noche se han convertido en pilar de la inconformidad social, pero la de esta semana fue mayor de lo habitual. En Tel Aviv, los manifestantes desplegaron una enorme pancarta en la que se leía “SOS”. Lanzaron polvo de pintura rosa y naranja al cielo.

Las criadas, mujeres vestidas con túnicas rojas como los personajes de la novela distópica y la serie de televisión El cuento de la criada, volvieron a tomar las calles. Su llamativa aparición pretende hacer hincapié en la idea de que, si se aprueba la reforma, las mujeres podrían perder derechos.

El martes pasado, los manifestantes bloquearon las principales autopistas e interrumpieron las operaciones en el principal aeropuerto internacional del país después que la coalición parlamentaria de Netanyahu presentó un proyecto de ley que forma parte de la reforma. Los organizadores dijeron que realizarán otro “día de interrupción” el próximo martes.

El mandatario israelí fue hospitalizado ayer por deshidratación tras sufrir un mareo y haber pasado el día anterior al sol sin beber agua, anunció su oficina. Horas después, Netanyahu difundió un video desde el hospital de Tel Aviv, en el que decía sentirse bien. El gobernante pasaría la noche en el hospital, según su oficina.

A la protesta de ayer en la capital israelí se sumaron otras en todo el país. Los manifestantes blandieron antorchas encendidas frente a la casa de Netanyahu en Jerusalén y marcharon por las ciudades costeras de Herzliya y Netanya.