Entre el asombro, la diversión y el disfrute del público, este sábado comenzó el Encuentro de Maroma y Circo: Portadores de la Palabra y Artistas del Viento en el Complejo Cultural Los Pinos, que reúne a compañías y colectivos de Puebla, Oaxaca, Veracruz y Guerrero que cultivan y preservan los saberes y prácticas de esa añeja expresión.
La función inaugural se tituló ¡Primer acto! De Puebla hasta Oaxaca; en ella participaron los Maromeros de San Miguel Amatitlán, Oaxaca, y los Juegos de la Maroma de Cuautinchán, Puebla, acompañados por la banda musical oaxaqueña de San Pedro Yodoyuxi.
La primera de esas agrupaciones, fundada hace más de medio siglo por don Erasmo Jiménez, y que actualmente es comandada por su hijo Alfonso, presentó un espectáculo de cuatro actos sobre las tradiciones de la Mixteca oaxaqueña, desde cómo son sus fiestas y vida cotidiana hasta su música y bailes.
Al ritmo de los tachún tachún y chuntatas de la banda musical, y ataviados con vistosos trajes de diablos oaxaqueños o maquillados de payasos, los 10 integrantes de la agrupación, la mitad de ellos niños, desfilaron, bailaron con hipnóticos saltitos y provocaron las carcajadas del público con sus ocurrentes y pícaras rutinas.
Azoro y nervios crispados
En tanto, a los Juegos de San Miguel Cuautinchán, compañía fundada en 1940 y dirigida hoy día por Celestino Téllez, correspondió causar el azoro de la concurrencia y poner los pelos de punta a más de uno con sus vistosas y arriesgadas rutinas de acrobacia. Su actuación estuvo dividida en tres segmentos. En el primero, un grupo de tres jóvenes dio cuenta de su dominio y fuerza física con una serie de evoluciones en una barra de metal, a la manera de gimnastas olímpicos.
El segundo consistió en un número a cargo de esos mismos jóvenes en el que reafirmaron su pericia parándose de cabeza y manos. Sin embargo, fue el tercero de esos segmentos el que más asombró y crispó los nervios de los presentes, luego de que una pareja de jóvenes equilibristas realizó una serie de evoluciones sobre un alambre a dos metros de altura, desde caminar de frente y de espaldas hasta bailar y sentarse sobre sillas.
Este encuentro continuará los siguientes dos sábados de julio en la explanada al aire libre Francisco I. Madero de Los Pinos, a las 16 horas. Es organizado por la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas (DGCPIU) con el propósito de difundir la tradición maromera y circense de los pueblos y comunidades de México, así como crear espacios para apreciar y reconocer las manifestaciones de habilidad y destreza física de los portadores de estas expresiones.
Al ser parte de la creatividad colectiva de los pueblos que la recrean, y por el arraigo que la maroma tiene en la región Mixteca, esta manifestación fue inscrita en 2008 en el inventario del patrimonio cultural inmaterial de México.