París. Francia celebró ayer su fiesta nacional con un fuerte despliegue policial de 45 mil agentes, semanas después de que la muerte de un joven baleado por la policía provocara varias noches de disturbios.
Unas 70 mil personas, entre turistas y parisinos, se congregaron, según la alcaldía de París, en la noche para asistir a los tradicionales conciertos y espectáculos de fuegos artificiales a los pies de la Torre Eiffel. El país vivió un inicio de 2023 tenso con varios meses de multitudinarias protestas contra una reforma al sistema de pensiones y, en junio, el asesinato del joven Nahel desencadenó nueve noches de violencia urbana con miles de personas puestas bajo arresto. Un primer balance oficial de ayer informó de 218 autos incendiados, respecto a 326 que se registraron vandalizados la misma noche del año pasado.