El magistrado presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Reyes Rodríguez Mondragón, subrayó que esta máxima instancia debe garantizar la equidad de la contienda y resolver por la vía pacífica las disputas electorales, particularmente del proceso 2023-2024 que inicia en septiembre.

“Nuestra misión es la estabilidad política de la democracia en México”, señaló durante una reunión con magistrados de salas regionales del TEPJF, quienes tienen su cargo procesos sustanciales como las investigaciones para determinar infracciones que pueden derivar, incluso, en recuentos o nulidad de comicios.

Dijo a sus colegas que seguramente estarán en el ojo de atención en los meses siguientes.

Las elecciones que vamos a calificar, añadió, contribuirán a mantener o poner en riesgo esa legitimidad y la estabilidad democrática del país.

“Por eso, es esencial recordar que nuestra labor en el Tribunal Electoral es, sobre todo, generar las condiciones que garanticen la estabilidad política, la estabilidad de nuestra democracia”.

Los magistrados deberán ponderar circunstancias como la pluralidad y equidad.

Pero sobre todo mostrar capacidad de pacificar conflictos y hacer valer cada voto y que este haya sido emitido en libertad, puntualizó.

Reyes Rodríguez sostuvo que el TEPJF es una institución pilar en la construcción de la confianza en el sistema democrático, por lo que el papel de los juzgadores debe ser imparcial e independiente en todo el proceso electoral, porque la democracia se materializa en la justicia.

Señaló que el TEPJF está a prueba en cada elección; ahora, añadió, cuentan con los elementos tecnológicos para abrir cada vez más a la ciudadanía la labor de los juzgadores.

“Se conoce nuestra forma de votar, las razones que damos, que son razones jurídicas, son las razones del derecho las que guían nuestras decisiones, y se ven plasmadas en las sentencias”, dijo.

Destacó que el 2024 se vislumbra como un año definitivo, con un punto de inflexión que redefinirá el antes y después del sistema político mexicano, de ahí la trascendencia del trabajo de los tribunales electorales, pero sobre todo en los argumentos que van a exponer en cada sentencia porque cuando sus decisiones no son las correctas desencadenan un proceso de erosión y pérdida de confianza.

En caso contrario se avanza en confianza ciudadana, de ahí la importancia de actuar con rigor.

“No exagero si digo que somos custodios de la legitimidad democrática de la representación popular y, de alguna manera, cada una de las elecciones que vamos a calificar contribuirán a mantener o poner en riesgo esa legitimidad de la representación popular y de la estabilidad democrática que el país requiere”, sostuvo.