En la muerte de la niña Aitana, de seis años de edad, paciente del hospital general de zona número 18 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Playa del Carmen, Quintana Roo, está involucrada la compra de elevadores marca Hitra, en 2016, afirmó Zoé Robledo, director del organismo.
Desde el principio los aparatos presentaron fallas en sus componentes y funcionamiento, y el servicio de mantenimiento, a cargo de la empresa Soluciones Integrales de Transportación Vertical en México (Sitravem), ha sido deficiente.
Ayer por la tarde, Robledo difundió un video en el que además de lamentar lo ocurrido y reiterar sus condolencias a la familia de la niña, explicó que en 2016 se compraron 181 elevadores de uso residencial a Hitra, y “por ley no pueden ser sustituidos hasta 2027”.
Señaló que las fallas se presentaron en el periodo de cinco años de garantía a partir de la adquisición –que tuvo un costo de 558 millones de pesos– y han persistido, por lo que el Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social abordó este problema durante su consejo nacional, en abril pasado.
Ahí se informó de un acuerdo con el IMSS para realizar trabajos de mantenimiento mayor para el remplazo de motores y controladores electrónicos de esos elevadores, que están en diferentes nosocomios en el país.
Con ese fin se asignaron recursos adicionales a los órganos de operación administrativa desconcentrada (OOAD, anteriormente conocidos como delegaciones).
Robledo subrayó que el presupuesto de mantenimiento del IMSS no se ha reducido en los últimos cuatro años. Sólo en 2023 se autorizaron 105.6 millones de pesos para los ascensores, 12 por ciento más que en 2019.
En 2022 se asignaron recursos económicos a todas las delegaciones para el mantenimiento preventivo y correctivo de los elevadores.
En 2023, las delegaciones del IMSS en Quintana Roo, estado de México, Querétaro y Morelos realizaron una licitación pública en la cual se eligió a Sitravem. Los contratos están vigentes hasta el próximo 31 de diciembre.
En tanto, el IMSS contrató a partir del primero de julio pasado a la empresa Otis, la más grande del mundo en el ramo, para proveer servicios de mantenimiento preventivo, correctivo y refacciones a los elevadores Hitra. El hospital de Playa del Carmen no fue incluido porque se mantiene la relación con Sitravem para el funcionamiento de sus cuatro elevadores.
En seguida, Robledo hizo el recuento de lo ocurrido el pasado lunes en el hospital: a las 12:12 horas, 10 antes del accidente, el subjefe de conservación llamó a la empresa para reportar una falla en el mecanismo de apertura de puertas.
La empresa respondió a las 13:04 y acudió un técnico a las 16 horas; se fue a las 17:43 sin dejar notificación ni señalética restrictiva para el uso del elevador por mal funcionamiento.