Un grupo de entre 30 y 50 sujetos irrumpió con violencia a las 4:30 de la madrugada de ayer en una vivienda ubicada en la avenida Fray Servando Teresa de Mier 293, colonia Tránsito, alcaldía Cuauhtémoc, para sacar a la calle a los residentes y sus pertenencias.
Guillermo Barajas, de 72 años, aseguró que no se trató de un desalojo, sino de un despojo, porque cuenta con la documentación que acredita que su esposa Laura Guarneros es la dueña del predio, el cual cuenta con planta baja y primer piso, además de locales comerciales, entre las calles Xocongo y Francisco J. Clavijero, cerca de la calzada San Antonio Abad.
Sobre la avenida quedaron camas, colchones, electrodomésticos, un comedor, sillas, vitrinas, un tanque de oxígeno y hasta los muebles del consultorio médico de su cuñado.
Barajas vivía con su familia en ese lugar desde hace más de 32 años, y denunció que detrás de la irrupción en su domicilio “hay corrupción de empleados que se prestaron a esto, porque mi esposa tiene los documentos de propiedad que le dejó mi suegro, por eso digo que no fue desalojo, sino un despojo”.
Volaron una cortina y tumbaron paredes
Los sujetos llegaron a la vivienda equipados con mazos, barretas y palas, “pero no hicieron caso cuando se les pidió detenerse”; levantaron una de las tres cortinas de los establecimientos de los negocios que se ubican en la planta baja para ingresar, luego con los mazos destrozaron las paredes y violaron los cerrojos de las puertas.
Robaron al menos 3 mil pesos de los 4 mil 800 que don Guillermo cobró hace unos días de su pensión del Bienestar; además, le arrebataron su celular cuando trataba de llamar a uno de sus familiares para avisar lo que ocurría y pedir ayuda, mientas a su esposa le robaron una bolsa en la que tenía su tarjeta bancaria, dinero e identificaciones personales.
Entrevistado con las cajas de medicamentos que compró porque no pudo recuperar las que tenía en su domicilio, lamentó que los policías “se prestaran a todo esto, venían cuidándolos (a los golpeadores), porque cuando les pedimos ayuda se burlaron, se reían y no nos hicieron caso”.
Insistió en que cuenta con la documentación que acredita que su suegro compró la propiedad, que finiquitó en 1985, la cual dejó a su esposa, con quien habita en la casa desde hace 32 años, pero que ayer los golpeadores dejaron con la puerta y cortinas soldadas.
Explicó que su cónyuge promovió un amparo en marzo, luego de que recibieron una notificación de Antonio Valle Alvarado, a quien desconocen, en contra de la Inmobiliaria Anita y Eloisa SA de CV, a la que ordenaban desalojar un domicilio de la colonia Esperanza.
Barajas insistió en que “hay varias irregularidades porque la casa es de mi esposa y no de la inmobiliaria y está en la colonia Tránsito y no en Esperanza”.
Por su parte, Patricia Vargas, quien renta uno de los locales donde vendía congeladas, dijo que los golpeadores robaron licuadoras, una bicicleta y tabletas electrónicas.