Las deudas de cuotas y aportaciones de entidades gubernamentales al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) registraron un incremento de 11 por ciento en 2022, para ubicarse en 80 mil 377.3 millones de pesos. La mayor parte, más de 68 mil millones, son del régimen de cesantía y vejez (RCV); es decir, es dinero de los trabajadores que debería estar en sus cuentas individuales para el retiro, pues de ahí saldrán los recursos para sus jubilaciones.
El Informe Financiero y Actuarial (IFA) 2023 del organismo señala que esta situación de impago representa un riesgo para su operación financiera. Menciona que mediante convenios, algunas entidades reconocieron y aceptaron pagar 10 mil 919 millones de pesos de lo que corresponde al RCV en 2022, pero únicamente cumplieron con el equivalente a 13.8 por ciento.
En tanto, al Issste asegurador le deben 8 mil 562.7 millones de pesos, equivalentes a un incremento de 439.1 millones respecto del cierre de 2021. En este caso, las entidades públicas cubrieron 932.8 millones de pesos, equivalentes a 66.7 por ciento de lo convenido para el año pasado (mil 397.8 millones). También existe una deuda con el Fovissste por 3 mil 36.1 millones de pesos.
Las cifras forman parte del IFA 2023, el cual advierte que cuatro de los nueve fondos reportaron déficit como resultado de la operación. Indica que el faltante se cubrió con transferencias del gobierno federal por 18 mil 371 millones de pesos, equivalentes a un incremento anual de 28.3 por ciento.
El desafío está en que en los siguientes años, se requerirá más dinero de la hacienda pública, así como hacer uso de sus reservas para que el Issste pueda cumplir con sus obligaciones en los seguros de salud, invalidez y vida, RCV y los préstamos personales.
Ahorro y reservas
Por ahora, con la aportación de la hacienda pública, en el estado de actividades se reportó un ahorro de 8 mil 672 millones de pesos al cierre del ejercicio fiscal 2022. Los ingresos del instituto ascendieron a 133 mil 584 millones de pesos, mientras los gastos, incluyendo lo destinado a las reservas, fueron por 124 mil 912 millones de pesos.
En cuanto las reservas, el informe señala que ascienden a 121 mil 721 millones de pesos, “monto que permitirá hacer frente a las necesidades del instituto en materia del pago de los seguros y prestaciones que se otorgan a los derechohabientes”.
Sobre el Seguro de Salud, indica que el déficit fue de 10 mil 306 millones de pesos, pero con las transferencias gubernamentales destinadas a este fondo por 10 mil 658 millones, el año concluyó con un superávit de 352 millones de pesos.
Bajo el supuesto de que no hubiera dichas transferencias, las reservas “serían suficientes para cubrir las brechas entre ingresos y gastos durante seis años”.
El estudio actuarial también calculó que para garantizar la suficiencia financiera del seguro de salud durante los próximos 20 años se requeriría que la cuota fuera equivalente a 21.97 por ciento del sueldo básico de los trabajadores. Implicaría un aumento de 5.47 puntos porcentuales respecto de lo que actualmente se paga.
Recursos insuficientes
Del Seguro de Invalidez y Vida, el informe señala que con los ingresos se cubrió 82 por ciento de los gastos durante los últimos cinco años y las proyecciones actuariales indican que de mantenerse la tendencia, a partir de este año, los recursos serán insuficientes. Con las reservas se podrá cubrir el déficit durante los próximos nueve años. En este caso, la prima de equilibrio estimada es de 1.82 por ciento del sueldo básico de los trabajadores. El fondo del RCV reportó un faltante de 5 mil 437 millones de pesos, mientras en el de préstamos personales ascendió a 563 millones de pesos. En ambos casos se cubrió con las transferencias del gobierno federal, tal como lo permite la ley, indica el IFA 2023.