La Oficina de Política Nacional de Control de Drogas, perteneciente a la Casa Blanca, publicó ayer un plan de respuesta nacional de todo el gobierno de Estados Unidos que combate la combinación y el consumo del fentanilo con el sedante de uso veterinario xilazina.
La estrategia, difundida en un comunicado, establece los pasos de acción y las responsabilidades clave de los departamentos y agencias del gobierno federal, y les indica que desarrollen y envíen un Informe de implementación a la Casa Blanca en 60 días. Sus deberes consisten en la recopilación de pruebas, prevención, reducción de daños, tratamientos y disminución de la oferta, entre otros factores, señala el comunicado.
Según los estatutos de seguridad y los criterios para designar amenazas de drogas emergentes y en evolución, el objetivo del plan es determinar la combinación del fentanilo con xilazina “como una amenaza emergente”. Esto requerirá una reducción de 15 por ciento en comparación con 2022 de las muertes por envenenamiento por drogas positivas para xilazina en al menos tres de las cuatro regiones censadas del país para 2025.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades indicaron en un nuevo informe publicado el mes pasado que el porcentaje mensual de muertes relacionadas por el consumo de esta mezcla aumentó 276 por ciento, de 2.9 a 10.9, entre enero de 2019 y junio de 2022.