Chilpancingo, Gro., El conflicto en Guerrero concluyó ayer en forma negociada, con la liberación de 13 personas secuestradas, la reapertura de la Autopista del Sol y el ofrecimiento del gobierno estatal de atender demandas de infraestructura en varios municipios.
El secretario de Gobierno, Ludwig Marcial Reynoso, aseguró que las autoridades estatales analizan interponer denuncias por los bloqueos y fortalecerán la seguridad en Chilpancingo.
Cinco de los secuestrados por los manifestantes eran policías estatales; cinco, elementos de la Guardia Nacional, y tres, funcionarios estatales y federales. Todos dijeron encontrarse bien y haber recibido buen trato.
La liberación ocurrió después de la una de la tarde en la Autopista del Sol. De inmediato, los retenidos subieron a varias ambulancias con destino a un hospital para ser sometidos a examen médico.
La multitud que protagonizó el conflicto se identificó como parte de la Organización de Comisarios de los municipios de Atlixtac, Quechultenango, Mochitlán, Acatepec y Chilpancingo.
La mesa de negociación se instaló en la explanada del palacio de gobierno, donde el dirigente del movimiento, Guillermo Matías Marrón, reprochó a Marcial Reynoso la falta de atención a la Montaña alta de Guerrero.
Niega relación con Los Ardillos
Matías Marrón rechazó que los manifestantes formen parte o apoyen al grupo delincuencial Los Ardillos y dijo que la organización que representa reúne a 250 comisarios de comunidades indígenas.
Negó también que demandaran la liberación del líder transportista Jesús Echeverría Peñafiel, El Topo, y el compañero de éste, Bernardo Chávez: “¿Quién es ese líder? Nosotros no lo conocemos”.
Afirmó que su movimiento fue para exigir solución a un pliego petitorio de 13 puntos.
Mientras, la diócesis Chilpancingo-Chilapa, que preside el obispo José de Jesús González Hernández, anunció que habrá una “jornada de oración por la paz” en todas las parroquias de la jurisdicción.
“Nos sorprendieron los hechos de violencia ocurridos el fin de semana pasado, los cuales provocaron miedo, inseguridad, incertidumbre entre la población y parálisis de la actividad capitalina”, agregó el prelado.
Llamó a “todas esas personas que han ocasionado este clima de inseguridad a buscar una solución pacífica a través del dialogo”.