Nunca les fue mejor que con el gobierno de López Obrador, pero no pocos banqueros y sus corifeos insisten en desacreditar a la 4T, echar palos en las ruedas de las políticas públicas y vociferar en su contra. Es un cuento de hadas, porque en los casi cinco años de esta administración los barones del dinero han acumulado utilidades netas por 831 mil millones de pesos (hasta mayo pasado), un monto similar al por ellos obtenido en la suma de los sexenios de Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y la mitad de Enrique Peña Nieto.
De hecho, si se comparan las utilidades netas de los barones del dinero obtenidas en el gobierno de Zedillo (poco más de 30 mil millones de pesos, sin olvidar el enorme regalo que les dio, es decir, el Fobaproa), ahora en cinco años de la 4T se han embolsado (hasta mayo pasado) un monto –ganancias limpias de polvo y paja– casi 28 veces más respecto del periodo correspondiente al tenebroso personaje que promocionan como “el mejor” inquilino de Los Pinos.
Zedillo, “el mejor” no sólo “rescató” a los especuladores que se beneficiaron con la reprivatización bancaria salinista (28 años después los mexicanos siguen pagando el chiste), sino que dio el banderazo de salida a la extranjerización del sistema financiero que opera en el país, con lo que la soberanía en esta materia quedó en manos foráneas. Y hoy, el Frente Amplio por México anuncia con bombo y platillos que José Ángel Gurría, el principal operador de la extranjerización y de la “legalización” del Fobaproa es el encargado de armar el proyecto de negocios… perdón, de nación de la derecha que quiere regresar al atraco.
Fox siguió la ruta zedillista, y en su administración se vendieron Banamex y Bancomer a trasnacionales estadunidense y española, respectivamente. Con el mariguanero en Los Pinos, las utilidades de los barones del dinero se multiplicaron por 6.5 veces respecto de las por ellos obtenidas con Zedillo (más los pagarés del Fobaproa). No fue gratuito que en la última convención bancaria en la que Francisco Gil Díaz participó como secretario foxista de Hacienda los dueños de las instituciones reprivatizadas y extranjerizadas lo ovacionaran, de pie, por un minuto y 26 segundos.
La crónica de tan emotivo reconocimiento señala que “cada uno de los 86 segundos que los generosos barones del dinero destinaron para aclamar a su secretario de Hacienda lo valúan en más de 2 mil 256 millones de pesos, de tal suerte que la ovación completa dio cuenta de los 194 mil millones que han acumulado en utilidades netas a lo largo del ‘cambio’. Gil Díaz se despidió de los banqueros ‘emocionado casi hasta las lágrimas’, porque la de Acapulco fue la última convención gremial en la que participó como funcionario. Los dueños de las instituciones financieras –al estilo del empleado del mes, aunque en este caso del sexenio– consideran seriamente incorporarlo de manera oficial a sus filas y hasta pagarle unas vacaciones en la playa”.
A Calderón y su tercia de secretarios de Hacienda (Agustín Carstens, Ernesto Cordero y José Antonio Meade) los banqueros no lo ovacionaron, con todo y que en su sexenio las utilidades netas resultaron 120 por ciento superiores a las obtenidas con Martita y su marido (427 mil contra 194 mil millones de pesos, respectivamente).
Tampoco lo hicieron con Enrique Peña Nieto, quien a pesar de haberles dado absolutamente todo –a los banqueros, en particular, y a la oligarquía en general– termino por ser “el payasito de las cachetadas” (como lo ha calificado López Obrador), con todo y que en sus seis años en Los Pinos acumularon utilidades netas cercanas a 600 mil millones, 40.5 por ciento más que con Borolas.
Y tocó el turno a López Obrador. No pocos banqueros apoyaron y financiaron las campañas propagandísticas en contra del tabasqueño y, sin embargo, nunca obtuvieron mayores utilidades netas que con el “peligro para México”: 831 mil millones de pesos en cuatro años y seis meses, y contando.
En cinco gobiernos los barones del dinero se han embolsado más de 2 billones de pesos en utilidades netas, mientras en la tienda de enfrente, el saldo del Fobaproa no deja de crecer (un billón 34 mil millones al cierre de mayo de 2023) y los mexicanos de pagar.
Las rebanadas del pastel
Otra de Francisco Cervantes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial: no es por solidaridad, menos por fines humanistas: hay que “legalizar a los migrantes que se encuentran en México (pues ello) permitirá que el país cuente con más mano de obra” …barata, desde luego. ¡Olé!
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