Ciudad de México. A 15 años de que los capitalinos tienen el derecho a elegir o rechazar tratamientos o procedimientos médicos, en caso de tener diagnóstico de una enfermedad en etapa avanzada y/o terminal, únicamente 20 mil 932 han firmado su voluntad anticipada.
De ellos, cinco mil lo han hecho con el nuevo formato de directrices anticipadas de control del dolor, informó la doctora Cecilia Palacios Ávila, responsable del programa de voluntad anticipada y cuidados paliativos de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México.
Además de ese formato que está vigente desde 2021, se tiene otro para casos pediátricos, a fin de que las personas tengan una muerte digna y para eso requerimos cuidados paliativos.
En la Conferencia Magistral “Voluntad Anticipada”, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, Nashieli Ramírez, señaló que el proceso a través del cual las personas ejercen su derecho a expresar su voluntad anticipada no está exento de violaciones al Derecho a la Salud.
La CDHCM atendió y resolvió en el trámite cinco quejas por la negativa del personal médico a hacer válida esta voluntad anticipada por objeción de consciencia, que se presentaron en hospitales como el Gregorio Salas y Belisario Domínguez.
En la Ciudad de México, ocho de cada 10 personas consideran que es necesario discutir y reglamentar sobre este derecho, el cual requiere del consentimiento informado, que es un elementos constitutivo de la práctica médica en cualquier momento de la vida.
Al dirigirse al personal de Salud de la Red Hospitalaria de la Ciudad de México, así como de 17 entidades del país -vía zoom-, destacó que la voluntad anticipada debe entenderse como un medio para la garantía de los derechos relacionados con la autonomía personal.
Señaló que, su ejercicio va de la mano con el del derecho a la información y es parte del cumplimiento del derecho a la salud.
La Secretaria de Salud, Oliva López, destacó que es fundamental el papel que desempeña el personal de salud en la garantía de este derecho, donde la ciudad de México es pionera en garantizarlo y sólo de 2018 a la fecha más de nueve mil personas firmaron la voluntad anticipada.
Por ello, dijo, es importante redoblar esfuerzos para garantizar que ninguna persona se vea limitada por su edad, sexo, orientación sexual, origen étnico, condición económica o social al momento de hacer valer este derecho.
López Arellano consideró que es obligación de las y los servidores públicos de la salud trabajar para erradicar las desigualdades sociosanitarias que se expresan de muy diversas formas; pero una de ellas es la diferencia al morir.