Tepic, Nay. Las autoridades federales y la Fiscalía General de Justicia de Nayarit ya cuentan con información de la zona en la cual se registró la última conexión del teléfono del corresponsal de La Jornada, Luis Martín Sánchez Íñiguez, antes de ser asesinado por sus captores.
En ese contexto, el titular del Ministerio Público nayarita señaló que por la manera en que los restos del informador fueron abandonados (embolsado y con un cartel pegado), en la comunidad del Ahuacate, “pudo tratarse de una simulación para desviar la investigación de las instituciones ministeriales y no dar con el verdadero responsable”.
Consultado por este diario, el fiscal nayarita indicó que del sábado a la fecha han realizado más de siete cateos en una zona donde se considera que fue el último punto donde tuvo conexión el teléfono celular de Sánchez Íñiguez; asimismo, que no se han llevado a cabo detenciones de posibles involucrados en el homicidio.
Además, puntualizó que las indagatorias se realizan en un “punto diametralmente distinto” a la comunidad del Ahuacate, donde fueron dejados los restos del corresponsal de este diario.
En torno a los dos periodistas que habían sido plagiados entre el 3 y el 7 de julio, que presuntamente tendrían relación con el secuestro y homicidio de Sánchez Íñiguez, y fueron liberados en buen estado de salud, el titular de la fiscalía estatal dijo a La Jornada que tanto Osiris Maldonado de la Paz como Jonathan Lora Ramírez se negaron a presentar una denuncia contra sus victimarios y declararon –cada uno en su respectiva comparecencia– que su caso “se trató de cuestiones personales. Uno de ellos concretamente por celos. Pero no quisieron dar mayores datos de cómo los mantuvieron en cautiverio”.
Durante una reunión con reporteros, el fiscal Petronilo Díaz Ponce Medrano señaló que, por esa posibilidad de ser una simulación que desvíe la atención de las autoridades, se tiene “que esclarecer, porque un crimen nunca lo cometen de manera diáfana. Hay que entender que estamos tratando con personas que infringen la ley y, en pocas palabras, con delincuentes.
“(…) Lo que puedo comentar es que tanto los actos de investigación como las pruebas técnicas y datos periciales no se han detenido desde que tuvimos conocimiento de cada una de las personas que nos fueron reportadas como desaparecidas (Jonathan Lora Ramírez, Osiris Maldonado de la Paz y Luis Martín Sánchez), afortunadamente dos están ya con sus seres queridos, incluso con las medidas de protección no sólo por parte de las autoridades estatales, sino también por instituciones federales, y vamos a poner todo de nuestra parte para determinar a quiénes corresponde la responsabilidad material e intelectual.”
Aseguró que con base en las pruebas y entrevistas, y en los datos aportados por compañías telefónicas, se busca precisar cuál fue el último sitio donde estuvieron los tres periodistas y para ello se ha realizado, “fácil, una centena de actos de investigación”.