Adeudos que superaban 15 mil millones de pesos, una elevada carga contractual y problemas de solvencia fueron las causas que llevaron a Mexicana de Aviación a la quiebra.
El 28 de agosto de 2010 la aerolínea tuvo su último vuelo, con destino a Toronto, Canadá. Se trataba de la compañía aérea más antigua a escala mundial y la más grande de América Latina.
Los problemas comenzaron en 2005, cuando el gobierno del presidente Vicente Fox vendió la aerolínea a Grupo Posadas por 165 millones de dólares. El consorcio hotelero fue fundado por Gastón Azcárraga Tamayo y el dueño en ese entonces su hijo, Gastón Azcárraga Andrade.
Un año después de su adquisición, el grupo dijo que la empresa atravesaba problemas financieros, por lo cual le pidió a los sindicatos los ahorros de sus trabajadores y llegó a un acuerdo con la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA) para adecuar los salarios y las prestaciones.
Sin embargo, las estrategias planeadas en ese momento no sirvieron; así, los trabajadores comenzaron una huelga que orilló a la empresa a entrar en un concurso mercantil a fin de renegociar sus acciones y sortear los problemas financieros.
Estándares superados
El consejo de administración de mexicana aseguraba que recurrir al concurso mercantil les ayudaría a restructurar sus finanzas y a saldar sus obligaciones con sus acreedores, además de alegar que los costos laborales de la firma superaban los estándares de la industria a nivel mundial.
Así, propuso un recorte de mil 500 trabajadores en tierra para sortear las dificultades económicas, aunque esto fue rechazado.
Diversas instituciones buscaron adquirir Mexicana de Aviación tras el anuncio del concurso mercantil. Entre los más fuertes postores estuvo PC Capital y Tenedora K, este último, formado por Grupo Industrial Omega y Grupo Arizan, que fueron los que adquirieron 95 por ciento de la aerolínea. Tenedora K no logró acuerdo con los trabajadores y en 2011 se volvió a abrir el concurso mercantil. Ahí entró Med Atlantic, que buscaba restructurar la empresa y reanudar las operaciones en 2012, lo que tampoco se pudo consumar.
Después de dos años sin soluciones, en 2014, la magistrada Edith Alarcón, que llevó el caso desde 2012, tomó la decisión de poner fin al concurso mercantil y declaró oficialmente a Mexicana de Aviación en quiebra, junto con sus filiales Link y Click.