Washington. El gobierno del presidente Joe Biden extendió a Venezuela la licencia que permite “ciertas transacciones” para exportar gas LP, informó ayer el Departamento del Tesoro estadunidense, en una decisión que fue rechazada por el presidente de la república bolivariana, Nicolás Maduro.
“Si necesitamos cualquier producto derivado del petróleo, ¿cómo es qué Estados Unidos dice que autorizó a Venezuela a que lo compre un año?, ¿de qué se trata?, por eso tenemos que sacarnos estas sanciones de encima y Venezuela reafirmar su independencia absoluta de cualquier medida coercitiva, de cualquier intención de colonizar”, dijo el mandatario a través del canal estatal Venezolana de Televisión.
Abogó por la libertad de comercio y la libertad económica “absoluta” de su país, el cual enfrenta más de 900 sanciones impuestas por Estados Unidos, durante la transmisión de su programa semanal Con Maduro Más.
Entre las sanciones impuestas por Washington a Caracas se incluye, desde 2019, la prohibición de comercializar petróleo venezolano.
Pero desde hace meses la Casa Blanca ha protagonizado un acercamiento a Venezuela y flexibilizado el embargo, debido sobre todo a la crisis energética provocada por la invasión rusa a Ucrania.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) emitió ayer una licencia general que “autoriza a Venezuela ciertas transacciones que implican la exportación o rexportación de gas licuado de petróleo”, señala en un comunicado el Departamento del Tesoro, del que depende. Se trata de transacciones en las que participe el gobierno venezolano, la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) o cualquier entidad en la que esta petrolera “posea, directa o indirectamente, una participación igual o superior a 50 por ciento” de los activos, detalla.
Quedan prohibidos los pagos en especie de petróleo o productos derivados y las transacciones con personas o entidades sancionadas.
La licencia sustituye a partir de ayer una autorización similar emitida hace un año y tendrá vigencia hasta el 10 de julio de 2024.
Desde hace un tiempo el gobierno estadunidense se ha mostrado dispuesto a levantar de manera progresiva las sanciones financieras que impuso a Venezuela si se alcanzan acuerdos entre Maduro y la oposición para las elecciones del próximo año, pero el diálogo lleva paralizado desde finales de 2022.
Washington pide que las elecciones, en las que Maduro aspira a la relección, sean “libres y justas”.
No obstante la semana pasada el jefe de la diplomacia estadunidense, Antony Blinken, calificó de “mensaje opuesto” a elecciones libres la inhabilitación de líderes opositores de cara a estos comicios.