Londres. El presidente Joe Biden reafirmó el lunes la "sólida" relación entre Estados Unidos y el Reino Unido durante una escala diplomática en Londres, de camino a la cumbre de la OTAN en Lituania que analizará, entre otras cuestiones, el apoyo a Ucrania.
Biden se reunió durante unos 45 minutos con el primer ministro británico, Rishi Sunak, en Downing Street, en cuyo jardín tomaron el té y conversaron entre numerosos temas sobre la invasión rusa de Ucrania, dos días después de que Washington prometiese suministrar bombas de racimo a Kiev.
Son armas muy polémicas porque, al dispersar pequeñas cargas explosivas antes o después del impacto, pueden causar numerosas víctimas colaterales civiles, y están prohibidas en más de un centenar de países, incluido el Reino Unido.
"Tenemos mucho de qué hablar. Creo que lo estamos haciendo bien. Avanzamos de forma positiva. Pero nuestra relación es sólida como una roca", afirmó el presidente estadunidense, antes de trasladarse a Windsor, a unos 40 km al oeste de Londres, para encontrarse con el rey Carlos III.
El monarca, de 74 años, lo recibió en el exterior del centenario castillo donde efectuaron juntos una revista de armas ceremonial de la guardia de honor real.
Después, el presidente estadounidense mantuvo una reunión con el rey centrada en cuestiones climáticas, incluidas las conclusiones de un fórum sobre la financiación de proyectos en países en desarrollo.
Poco menos de dos horas después, partió hacia Vilna.
Fue el primer encuentro de Biden con Carlos III desde que este fue coronado en mayo, durante una pomposa ceremonia en presencia de decenas de jefes de Estado a la que el presidente estadounidense no asistió.
Biden, de 80 años y muy orgulloso de sus raíces irlandesas, estuvo entonces representado por su esposa Jill. Esto suscitó controversia, pero Washington insistió en que su ausencia no era "un desaire", sino que seguía la línea diplomática entre ambos países: ningún presidente estadounidense ha asistido nunca a la coronación de un soberano británico.