Rigoberto Mendoza Ospina, firmante del acuerdo de paz entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno colombiano, fue asesinado este fin de semana en el departamento de Caquetá, denunció el Consejo Nacional de Reincorporación-Comunes.
Suman 389 integrantes de esa organización ultimados desde la firma de los históricos acuerdos en La Habana en 2016, y de ellos 379 se encontraban en proceso de reincorporación, y 23 en lo que va del año, añadió la organización, al exigir al gobierno del presidente Gustavo Petro que pida a los grupos armados “respetar la vida de los firmantes del Acuerdo Final de Paz en proceso de reincorporación, los líderes sociales y de todos los colombianos”.
Comunes, partido que surgió tras la desarticulación de las FARC, reiteró su “llamado urgente a los países garantes, a la segunda Misión de Verificación de la Organización de Naciones Unidas, a la comunidad internacional, a la organizaciones sociales comprometidas con la construcción de la paz y a la sociedad colombiana en su conjunto a rodear a los firmantes de la paz”.
Mendoza fue asesinado antier, horas antes de que la disidencias de las FARC y el gobierno llegaran a un acuerdo para instalar una mesa de negociaciones de paz, paso hacia el inicio de un cese el fuego nacional.
El alto comisionado para la Paz, Danilo Rueda “repudió” el crimen y en un tuit añadió: “nos solidarizamos con su familia y su comunidad, y exigimos una investigación eficaz a las autoridades competentes. ¡No más ataques contra la paz!”