Bogotá. El gobierno de Colombia y las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunciaron ayer que llegaron a un acuerdo para instalar una mesa de negociaciones de paz, paso hacia el inicio de un cese el fuego nacional.
“Para tal efecto, desde hoy y hasta la fecha de instalación de la mesa, delegados del gobierno y el Estado Mayor Central de las FARC comenzarán una fase preliminar, con la presencia de funcionarios de la oficina del Alto Comisionado de Paz, de representantes de la comunidad internacional, de la Iglesia católica y del consejo mundial de agrupaciones religiosas”, dice el comunicado conjunto.
El anuncio, que significa la apertura de una segunda mesa de diálogos entre el gobierno y fuerzas rebeldes, fortalece –según analistas locales– la estrategia gubernamental de “paz total” impulsada por el presidente Gustavo Petro.
Según el comunicado divulgado la noche de ayer, “la partes reiteran su firme intención de avanzar hacia la construcción de unacuerdo de paz que ponga fin a la confrontación armada para conseguir una paz integral, estable y duradera, con justicia social y ambiental”.
Las disidencias de las FARC cuentan, de acuerdo con fuentes de inteligencia militar, con unos 4 mil hombres en armas que se han mantenido en rebelión tras rechazar los acuerdos firmados por las FARC y el gobierno de Juan Manuel Santos en 2016.
Su presencia ha sido detectada en 11 departamentos del país y hace un par de meses celebraron una reunión nacional de sus mandos, el cual culminó con acto de masas en el sur del país al que asistieron unos 11 mil campesinos y solidarios.
Con este anuncio, el gobierno deja abiertos dos frentes de negociación con grupos insurgentes: el del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el de las disidencias de las FARC, al frente de la cuales se encuentra Iván Losada, conocido como Iván Mordisco.