Limpieza y verificación de soldadura, así como la aplicación de pintura en las estructuras metálicas, son los últimos trabajos que se realizan de manera intensa en un tramo de 850 metros de los 2 kilómetros de viaducto elevado que se reforzó entre las estaciones Periférico Oriente y Lomas Estrella, de la línea 12 del Metro, donde se observa la circulación constante de trenes antes de su reapertura el próximo fin de semana.
Sobre andamios o en plataformas de elevación, decenas de trabajadores limpian y pulen con esmeriles la unión de las estructuras soldadas y utilizan dispositivos de ultrasonido para verificar que las uniones no estén porosas.
Vecinos y comerciantes de los negocios en avenida Tláhuac ven con alivio la conclusión de los trabajos en ese tramo, “después de tanta penuria con el tráfico, el ruido y el polvo”, dice Sofía, quien reside en la colonia El Vergel.
De los seis kilómetros y medio de la línea que dará servicio al público a partir del próximo sábado –como anunció la Secretaría de Obras y Servicios–, el tramo de Atlalilco a Lomas Estrella y un trecho más de 600 metros, a la altura de la calle San Luis, el viaducto elevado no requirió reforzamiento al estar construido con columnas y trabes de concreto.
De ese lugar hasta la calle Vigo, en la colonia Cerro de la Estrella, los claros entre los pilares están ya prácticamente limpios, sin andamios, equipo ni vehículos, y se retiró el confinamiento en la vialidad, por eso los tres carriles de ambos sentidos están libres a la circulación.
De allí hacia Periférico, con un solo carril, el tráfico va a vuelta de rueda, “esto no es nada, entre semana va párese y párese”, dice Sofía. El tráfico es lo que más han padecido los habitantes de la zona, porque a veces las grúas, al maniobrar, obstruían el carril, “cierran y no le les importa; es espantoso en la mañana, cuando uno tiene que salir a trabajar”, aunado a que calles aledañas han tenido un uso intensivo “y ya las tienen todas madreadas”.
Afectaciones a comercios
Abraham González fabrica ropa deportiva y rentó un local hace menos de cuatro años, cerca de la estación Periférico Oriente; comentó que si bien sus ventas disminuyeron por las obras, incursionó en otras formas de comercio: la venta en línea o acudir a los gimnasios, lo que les ha funcionado para compensar sus ganancias.
Trabajadores explicaron que son detalles lo que resta del reforzamiento, aunque después tendrán que efectuarse los trabajos de obra civil a fin de reparar asfalto, banquetas y guarniciones, así como el arreglo de las jardineras en los camellones bajo el viaducto elevado.
“Va a quedar bien chingón, para que no vaya a haber otra falla, primero Dios”, dice uno de los banderilleros cerca de la estación Periférico Oriente, de allí hacia Tezonco no se observa el ajetreo del otro tramo y explica que es porque “la mayoría de la gente, soldadores y montadores están del otro lado de Periférico, echándole ganas para que termine”, y después los regresarán al tramo donde continuará las obras, seis estaciones hasta la terminal Tláhuac, poco más de ocho kilómetros, donde el caos vial también seguirá.