Pekín. La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, pidió a China no dejar que la frustración por las restricciones estadunidenses al acceso a chips de procesadores y otras tecnologías perturbe la cooperación económica, durante una visita el viernes destinada a mejorar las tensas relaciones.
En su reunión con el primer ministro chino Li Qiang, Yellen afirmó que Washington y Pekín tienen el deber de cooperar en asuntos que afectan al mundo. Yellen apeló a “canales regulares de comunicación” en un momento en que las relaciones están en su punto más bajo en décadas debido a disputas sobre tecnología, seguridad y otros temas delicados.
Yellen es una de varios funcionarios estadunidenses de alto rango que viajan a China para animar a los mandatarios a reactivar las interacciones entre los gobiernos de las dos mayores economías. Funcionarios del Departamento del Tesoro dijeron anteriormente que Yellen no se reuniría con el presidente chino Xi Jinping y que no se esperaban avances.
Yellen defendió las “acciones selectivas”, en referencia a las restricciones al acceso de China a chips de procesadores avanzados y otras tecnologías, afirmando que son necesarias para proteger la seguridad nacional.
“Pueden estar en desacuerdo”, dijo Yellen. “Pero no debemos permitir que ningún desacuerdo conduzca a malentendidos que empeoren innecesariamente nuestras relaciones económicas y financieras bilaterales”.
Yellen apeló a una “sana competencia económica”, en referencia a las quejas de que Pekín está intensificando el uso de subsidios y barreras de mercado para proteger a sus empresas.
Li se mostró optimista ante la posibilidad de que las condiciones mejoren, pero no dio ninguna indicación sobre posibles cambios en las políticas chinas que han irritado a Washington y a sus socios comerciales.
Las restricciones estadunidenses al acceso chino a la tecnología amenazan con retrasar o desbaratar los esfuerzos del Partido Comunista por desarrollar las telecomunicaciones, la inteligencia artificial y otras tecnologías. Xi acusó a Washington en marzo de intentar obstaculizar el desarrollo de China. Pekín ha tardado en tomar represalias, posiblemente para evitar perturbar sus propias industrias tecnológicas.